Músico, pintor y calígrafo, pero más allá de esas cualidades que distinguen a Gerardo Machado, ahora su lucha contra el cáncer de piel también lo pone como ejemplo.

“No hay mejor protección que un buen sombrero de paja toquilla”, dice quien desde hace 2 años está encargado del Museo del Sombrero. Este es un espacio donde se rescata esta prenda que forma parte de la identidad de los azuayos. Además. es un lugar donde los turistas conocen los instrumentos que los artesanos de antaño utilizaban para confeccionar esta prenda.

Su segundo amor fue la música. Desde hace 35 años forma parte del grupo ‘Víctor Jara’, dedicado a ritmos latinoamericanos. “Es un grupo solidario que muy pocas veces ha cobrado por las presentaciones”, dijo.

Ese amor por la música nació de su madre, María Esperanza Clavijo, quien fue su influencia y su ejemplo. “Ella cantaba como un ángel y mis hijas han heredado su voz”, cuenta Machado, quien, aunque no interpreta como su progenitora, sí toca varios instrumentos de viento.

Antes de formar parte de ‘Víctor Jara’ fue parte del grupo ‘Yatuk Yurac’ con los artistas Mario Cando, Miguel Arias y otros amigos.

La buena letra, en cambio, es una cualidad de la familia Machado. Gerardo es el noveno de los 12 hijos de Julio. “La pobreza a veces hizo que nos ingeniáramos y hagamos cosas para ganarnos la vida”, recuerda.

Sus cualidades musicales y hasta poéticas hicieron que, en 2009, el presidente Rafael Correa le solicitara la creación de una cantata con 14 temas para celebrar el bicentenario de la Independencia del país. (I)