La danza, la música y la alegría son los componentes principales de la fiesta que se vive durante 3 días en el valle del Chota, Imbabura, a propósito del carnaval.

Cada año, miles de turistas llegan atraídos por esta propuesta de turismo etnocultural, en la que participan miembros de las 38 comunidades de la zona.

El carnaval de Coangue, que significa “valle de las calenturas malignas”, es el nombre que recibe el festival de música y danza tradicional que tiene lugar a orillas del río Chota, ubicado a un costado de la vía Panamericana, entre Ibarra y Tulcán.

Esta es una fiesta relativamente moderna. Se instauró en 2007 por iniciativa de la Fundación Afroecuatoriana y el Municipio de Ibarra, con el objetivo de generar una alternativa turística que provea de ingresos económicos a los habitantes de la comunidad. En esta ocasión, la celebración fue denominada Carnaval del Valle.

El evento también representa una oportunidad que permite a los locales mostrar a los visitantes su cultura y compartirla con ellos.

En el festival participan la Fundación Afroecuatoriana Piel Negra, autoridades locales del Cabildo de la comunidad y grupos organizados del sector, que preparan comisiones para cada uno de los programas.

En varios países se celebra el carnaval “pero ninguno como el de Coangue”, expresa emocionada Jennifer Delgado, moradora de la zona. Ella asegura que su parte favorita es el juego carnestolendo en sí. “Todos nos reunimos a las orillas del río y empieza todo. No importa si se conocen o no, ahí todos somos amigos”.

Cerca de 5 mil personas llegan cada año para participar de esta tradición. José Maldonado, presidente del GAD parroquial, explica que lo único que se necesita para ser parte de esta fiesta es “venir con la predisposición de disfrutar y pasar un buen momento”. Aunque también recomienda vestir ropa cómoda, calzado adecuado para el terreno (pedregoso) y, opcional, espuma de carnaval y un recipiente para transportar agua.

La temperatura promedio es de 24 grados Celsius, perfecta para el desarrollo de la actividad que se extiende hasta el inicio de la noche.

A partir de las 22:00 comienza el show que deleita a los asistentes con conciertos en este escenario natural ubicado a 1.560 metros sobre el nivel del mar.

Los deportes extremos como el rafting también son parte de la variedad de actividades que ofrece el valle; así como la presentación de grupos de música y danza autóctona.

El evento representa una oportunidad para que sus habitantes puedan mostrar los elementos de su identidad por medio de la música bomba, los peinados y la danza.

Ferias de artesanías, gastronómicas, de frutas exóticas del sector como ovos, tunas, entre otros; y en las noches juegos pirotécnicos y bailes, forman parte de la amplia oferta turística en este sector, que espera la llegada de cientos de visitantes. (I)