“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.  Con esa frase, minutos antes de morir, Ben Parker le dice a su sobrino, Peter, que todas sus capacidades deben ser ejecutadas para beneficio de las demás personas, que es su obligación hacerlo.

Así, el joven fotógrafo, tras ser picado por una araña radioactiva, asume el reto de convertirse en el superhéroe Spiderman (un personaje ficticio de cómic del universo Marvel).

Frente a la famosa frase, Leiberg Santos y Christian Reyes (dos guayaquileños radicados en Manta hace varios años) sintieron la responsabilidad de mostrar las virtudes de Manabí a través del gran poder de la comunicación. Así nació Spidermanaba, personaje que apunta a rescatar y potenciar el manabitismo.

Santos escogió a Spiderman para presentar a la provincia porque es su paladín de cómic favorito desde la niñez.

“En un chat con amigos conversábamos de los superhéroes y les dije que estos personajes no funcionarían en Manta. Les cité a Spiderman, quien no tendría dónde pegar su telaraña porque no tenemos grandes edificios. Toda esa conversación me planteó el reto de adaptar un guión de este personaje acoplado a la realidad manabita”, explica.

En la trama, Pedro Zambrano, oriundo de Palo Verde (San Mateo), es un hombre que emigró con sus padres a inicios de los 80 a Estados Unidos. Ahí se dedica a la actuación. A los 25 años consigue un trabajo como doble de Spiderman.

Al cumplir 40 años es despedido y decide regresar a Ecuador. Esta situación lo trastorna y hace que Zambrano asuma que en realidad es Spiderman. Solo utiliza la parte de arriba del traje debido a que el pantalón se lo robaron; ante este percance se pone una de sus pantalonetas de surfear y zapatillas.

A su llegada al país, es recibido como toda una celebridad, pero con el pasar de los días ocasiona problemas por creer que realmente es un superhéroe. “Al sentirse rechazado, decide encontrar sus orígenes y descubre que más importante que tejer telarañas son los tejidos tradicionales de Manabí, como el fino de paja toquilla y el de las artes de pesca”, resalta Santos.

Por su vestimenta y por sus orígenes, en la calle lo bautizaron como Spidermanaba. En su viaje por la provincia visita sitios como San Clemente, San Mateo y El Murciélago, donde comparte con los pescadores de la zona, quienes le enseñan a tejer redes. Además ejecuta con ellos una faena de pesca, situación que se hizo jocosa para los hombres de mar.

Pedro Muñoz es uno de los moradores de San Clemente que manifiesta su complacencia por el hecho de que su oficio sea destacado en un corto cinematográfico.

“Nosotros perdemos espacio porque no tenemos una escuela de formación de pescadores artesanales, entonces nuestro oficio durará pocas generaciones más; son escasos los jóvenes que se interesan en aprender, casi ninguno”.

Resaltó que esta situación no pasará con el tejido fino, ya que en Pile hay una escuela para tejedores (iniciativa del Ministerio de Cultura), en la que los mayores enseñan este arte a los niños y adolescentes.

El tejido fino fue reconocido en 2012 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Justamente, Spidermanaba visitó Pile, donde conoció al adolescente David Espinal, quien es uno de los estudiantes de la escuela de tejido de la localidad.

Para el menor, el hecho de que el tejido salga en una producción nacional, en la que aparece un superhéroe, “es una iniciativa que nos motivará a los jóvenes a que sigamos con las tradiciones manabitas”.

Al descubrir estos tejidos, Pedro Zambrano decide aprenderlos y ayudar a que sean conocidos por más personas.

El actor que interpreta a Spidermanaba es Christian Reyes. “Con Leiberg estudiamos Ecoturismo y ahí conocimos mucho de Manabí. Además recorrimos la provincia por un trabajo fotográfico y ahora buscamos mostrar esa belleza”.

El corto estará listo en agosto y se espera que sea parte de la décima edición del Festival Manabí Profundo, además de CinRecreo, entre otros eventos. (I)