Imprimir esta página
Comparte

Pescadores aprenden a sobrevivir en altamar

El médico Kléber Monge indica al pescador Juan Reyes en qué posición quedarse para evitar ser blanco de tiburones luego de naufragar.
El médico Kléber Monge indica al pescador Juan Reyes en qué posición quedarse para evitar ser blanco de tiburones luego de naufragar.
Foto: Leiberg Santos / El Telégrafo
11 de febrero de 2017 - 00:00 - Mario Rodríguez Medina

Los ataques de tiburones son una de las principales causas de muerte para los náufragos. Juan Reyes, pescador de Jaramijó, ya sabe cómo evitar —en lo posible— ser embestido por estos escualos.

A la voz del doctor Kléber Monge, quien estaba parado al borde del muelle, Reyes realizaba los ejercicios en el mar. “Ponte en posición fetal, ya que así un tiburón se confundirá que se trata de un boya, no te hará nada, porque no te asocia con comida”, le dice el galeno al pescador.

El profesional de la medicina cuenta que una persona con los brazos y piernas abiertas puede ser confundida por estos animales por una foca, “lo que quiere decir para ellos comida”.

Otra de las posiciones que le hace practicar es ponerse rígido. “No te vas a hundir porque tienes puesto el chaleco. Pega las manos al cuerpo y junta los pies, así, si viene un tiburón, pensará que eres un palo”.

Esta práctica es parte del curso de Técnicas de supervivientes en la mar de la OMI (Organización Marítima Internacional), capacitación que los pescadores deben aprobar para obtener su matrícula para embarcarse en cualquier tipo de navío.

Monge, quien es instructor de la Escuela de la Marina Mercante Nacional (Esmena), indica que otro de los factores de muerte en los náufragos es la hipotermia. “Para preservar calor, el pescador de debe colocarse en posición fetal. No debe nadar con el chaleco puesto, pues así se cansa y no avanza nada”.

Reyes, quien lleva 25 años como faenador, destaca que lo aprendido en el curso le sirve tanto en el mar como en tierra, ya que “nos enseñan mucho sobre primeros auxilios, cómo atender a alguien que se ha quebrado un hueso, respiración boca a boca, entre otras cosas”.

Monge explica que quienes aplicaron este curso (44 personas) obtienen la matrícula de pescador artesanal, válida para trabajar hasta a 8 millas. La capacitación tiene una duración de 16 horas, en las que se incluyen las prácticas.

“Buscamos que los hombres de pesca puedan dar primeros auxilios, les damos consejos básicos para que puedan atender alguna emergencia que se les presente en el mar”, manifiesta Monge.

El curso fue coordinado por el Departamento del Pescador del GAD de Jaramijó, dirigido por Byron López. “El alcalde de Jaramijó, Bawer Bailón, apoya al sector pesquero en la legalización de los documentos caducados”, destaca el funcionario.

Jacson Cevallos, coordinador del Departamento, explicó que si un pescador no tiene licencia, no se puede embarcar. “Para trabajar, ellos deben renovar su matrícula cada 5 años”.

Añade que por esta ocasión el curso tuvo un valor de $ 40 por persona. “Esto fue porque el Departamento del Pescador se quedó sin recursos. El año pasado, varios cursos fueron gratuitos, porque teníamos cómo ayudarlos. Esperamos contar con dinero para que los próximos cursos no le cuesten a los pescadores”.

A sus 22 años, Washington Delgado está renovando su matrícula por primera vez. Indica que el curso le parece muy interesante, en especial cuando se muestran las imágenes de las fracturas y de cómo se debe inmovilizar a la persona.

“Hasta el momento no me ha tocado poner en práctica estas enseñanzas, pero ya estoy preparado para cualquier emergencia cuando me toque usarlas”.

De su parte, Horacio López, quien lleva 20 años como pescador, expresa: “Gracias a Dios no hemos tenido accidentes, pero lo que aprendemos aquí también lo podemos enseñar a nuestros familiares en casa”.

Puso como ejemplo cuando se realiza alguna actividad deportiva. “Si alguien se lesiona jugando vóley o fútbol, nosotros ya sabemos qué hacer para que la lesión no empeore hasta que el accidentado sea atendido en el hospital”.

Jorge Vera es buzo y se dedica a limpiar embarcaciones bajo el agua. Indica que para realizar su labor también debe hacer el curso, por lo que fue uno de los 44 participantes en Jaramijó.

“Este curso nos ayuda a ver lo importante que es que nosotros sepamos primeros auxilios y métodos de supervivencia”. (I)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media