La mezcla de dinamismo, creatividad, innovación y sobre todo pasión afloran en manabitas determinados a convertirse en emprendedores.

En esa lista se incluyen los portovejenses Andrés Cedeño y Alejandro Coveña, el rocafortense Juan Ramón Urdánigo y los mantenses José Moreira, María Elizabeth Loor y Luis Sánchez, entre otros.

La mayoría concluye que el secreto para convertirse en innovadores es ser decididos y pacientes. Andrés y Alejandro, son propietarios de la empresa de Coco & Cov Parfum. La línea de fragancias se produce en Quito por la conservación del frío. Empezaron hace 3 años.

Andrés Cedeño relata que desarrollan una línea que es la primera perfumería fina y natural que existe en Latinoamérica. La marca tiene fragancias inspiradas en las regiones del país.

Han creado productos para personajes como el papa Francisco. Se lo diseñó a su llegada al Ecuador, de algas marinas y chocolate. Alejandro Coveña, socio de Cedeño, sin esconder características del producto señala que manejan maceración. “Cada aroma va macerado con el producto natural. No manejamos tantos químicos”, sostiene Alejandro.

El objetivo de estos 2 portovejenses es exportar las líneas. Los perfumen van desde los $ 24 en adelante. Aprendieron este arte en cursos.

“Nosotros, los emprendedores, nos basamos en sueños y nos trazamos metas”. Junto a ellos en el laboratorio en Quito trabajan 8 personas. El alcohol que usan es a base de caña de azúcar y pétalos de rosa.

José Moreira es el creador de la cerveza artesanal Umiña; su producto está en perchas de comisariatos a escala nacional y local. “El consumo local en bares y restaurantes nos está yendo muy bien”, expresa.

Concretó la idea hace 6 años. Se trata de unas ‘frías’ con 5% de alcohol. Obtuvo la notificación sanitaria en 2014. José primero quiere hacerse fuerte con su producto en el territorio ecuatoriano, para luego empezar a crecer poco a poco. La producción mensual es de 2 mil litros aproximadamente. Los precios de venta al público son de $ 2,50 y $ 3.

Hace 2 años, María Elizabeth Loor se concentró en elaborar productos a base de frutas, uno de ellos, el zumo de naranja congelada, ya tiene notificación sanitaria. La presentación de 500 ml tiene un valor de $ 2.

Su clientela se constituye por tiendas y despensas de barrios; apunta a que se venda muy pronto en comisariatos, por ello acude a macrorruedas de negocios para conseguir el fin. La planta de producción está en Los Esteros. Desde hace un mes tiene un distribuidor.

Aconseja a los mantenses que aprovechen las oportunidades por muy pequeñas que sean; “pueden contar con un pequeño capital, enfocarse en el proyecto para que lo pueda sacar adelante”.

Luis Sánchez cosecha y comercializa café original de la zona sur de Jipijapa. Comenzó en 2010. Su producto es el ‘Café de Campo’ en presentaciones de 100, 200, y 400 gr. Los precios van desde los $ 3,50 hasta los $ 6,75. Por el momento ya tiene sus clientes. Se trata de un emprendimiento familiar.

Juan Ramón Urdánigo aprovechó el rescatar un producto que estaba desapareciendo de las producción de muchos artesanos manabitas: la pomposa.

Este es un dulce hecho con panela y harina de maíz de 50 gramos. “Ya tengo la notificación [sanitaria]”, señala Urdánigo.

En ciudades como Manta autoridades apoyan estas ideas como lo indica Mery Chong, subdirectora del departamento de Desarrollo Económico del Municipio. “Llevamos un año trabajando con emprendimientos junto al Gobierno Provincial; hemos sacado notificaciones para algunos productos” dice mientras destaca la leche de soja ‘La Manteña’ hecha por la emprendedora Jessenia Cando, que ya cuenta con el registro sanitario. (I)