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La Virgen de Monserrate recibe a miles de devotos

Cada año, cerca de 300 mil feligreses llegan hasta el santuario de la Virgen de Monserrate, en Montecristi.
Cada año, cerca de 300 mil feligreses llegan hasta el santuario de la Virgen de Monserrate, en Montecristi.
Fotos: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
19 de noviembre de 2016 - 00:00 - Vivian Zambrano Macías

En la casa de Vicente Bravo, en la localidad La Soledad (entre Calceta y Junín) se habla mucho de la Virgen de Monserrate. Dedican un día del año para hacerle un velorio (tradición manabita para honrar a un santo) y además llegan hasta la Basílica Menor de Montecristi para agradecer por la paz, la alegría y la unión que hay en su familia.

Llevados por la fe, 6 miembros de la familia Bravo arribaron este lunes hasta el lugar. En medio de oraciones, Vicente observaba a uno de sus nietos vestir un traje del Niño Jesús. Refiere que el acto es en señal de agradecimiento a la patrona de Montecristi, porque el menor estuvo enfermo y tras las súplicas familiares recuperó la salud.

“Hoy le agradezco que nos siga bendiciendo”, comenta este cabeza de hogar, mientras abandona el altar, el cual tiene 28 años ininterrumpidos visitando. Así como él, en estos días arriban miles de feligreses de distintas partes de Manabí y de todo el país; la fe en la patrona de Montecristi los mueve.

A un costado del sagrario está la mantense Migdalia Vera, custodiando el lugar y ayudando a adultos mayores y a los feligreses a que circulen, porque todos quieren tocar la imagen de la Virgen.

Ella, con la mirada del devoto, saca sus conclusiones de que hay sentimientos encontrados. “Puedo leer según el rostro, un gesto de agradecimiento o la petición de favores. Eso es bonito, es gratificante”.

En el instante que hablaba subió al santuario Mariana Falcones. “Es primer año que vengo. Vine a pedirles a la Virgen y a Dios que bendigan a mi familia, que nos protejan por donde andemos”.

El párroco de la ciudad, Ángel Toaquiza, manifiesta que las fiestas iniciaron el 3 de noviembre pasado.

La Virgen peregrina de Monserrate salió a visitar las parroquias de Manta, Jaramijó, San Mateo y San Lorenzo hasta el viernes 11 de noviembre, cuando regresó a Montecristi. Ese fue el pregón de fiesta y de apertura. Desde el 12 de este mes ha habido 8 misas diarias, desde las 05:00 hasta las 20:30.

El lunes (21 de noviembre, día principal de la celebración) la misa de fiesta será a las 11:00 y la procesión a las 16:00. “Nosotros creemos que la afluencia de peregrinos va a ser igual que otros años, no creo que lo del terremoto haya afectado tanto. Más bien pienso que puede ser una ocasión para demostrar la fe, darle gracias a Dios y a la Virgen porque estamos todavía vivos”.

Se estima que arribarán aproximadamente 300 mil devotos. Se han hecho arreglos básicos en la Basílica luego de la afectación del 16 de abril. Mientras el templo estuvo cerrado las misas se realizaron en la plaza Alfaro y en una capilla. Las puertas se reabrieron el mes pasado.

La iglesia debe ser reconstruida, para lo cual el párroco pide que las donaciones de vestidos que hacen para la Virgen mejor se hagan en efectivo, para gastos de la Basílica.

Toaquiza comenta que este año se restauró la imagen original de la virgen. Al vestido le han puesto pan de oro, tiene una corona nueva dorada y la luna fue arreglada. El trabajo fue realizado por el escultor manabita Alejandro Parrales, quien además hizo una réplica de la Virgen; “esa es la que va a salir de ahora en adelante. La original se quedarán siempre en el santuario”.

En el cantón, los habitantes en estos días hacen honor a su patrona ubicando en los balcones y portales altares, ese es el caso de Elva Delgado, quien por 20 años ha mantenido esta tradición.

La tejedora de sombreros finos Ramona Chávez aprovecha también para mostrar su arte mientras llegan los peregrinos al templo. “La gente se queda viendo los sombreros y yo encomiendo mi trabajo a la Virgen”.

Los comerciantes de diferentes partes del país aprovechan las fiestas para ofertar su mercadería. Norma Rubira viaja desde Guayaquil para vender velas e imágenes religiosas desde hace varios años. “Aquí me quedaré hasta el final de las fiestas, espero que me vaya bien”.

La ambateña Isabel Morales, de 64 años, oferta membrillo. A ella le dolió que se haya caído la torre de la iglesia, a la que ha visto desde los 17 años, en que llegó por primera vez al cantón.

El Municipio está buscando vías alternas por la afluencia de peregrinos en estos días. “Una de las acciones importantes es abrir el paso lateral, que ya casi está listo y otra adicional para evitar congestión”, destaca el alcalde de Montecristi, Ricardo Quijije. (I)

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