En una ciudad devastada, donde  hace poco más de 4 meses había un bullanguero casco comercial, camina con su cámara Jonathan Gines. Tiene poca batería, pues han sido varias las horas de grabación en la jornada.

Luego del terremoto del 16 de abril, ya estaba haciendo fotografías y videos, pese al dolor y la tristeza que sentía al ver a su tierra partida. La idea era generar un memorial de lo que dejó el cataclismo en su natal Portoviejo.  

A inicios de año, el cineasta había remodelado su oficina, ubicada donde hoy es zona cero en la capital manabita. Invirtió su dinero en ese esfuerzo, hasta que pasó el desastre y todo se vino abajo. “Quedé en la calle”.

Lo que no pudo arrancar aquel sábado nefasto fue la pasión por su trabajo. Al pasar los días, Gines recibió una llamada de productores para que los ayude con una lista de personas que hacen cine en la provincia.

Luego se enteró de que 11 cineastas, número en que se incluía, habían sido escogidos para ser beneficiados dentro de un proyecto que nació de la Corporación de Productores y Promotores Audiovisuales del Ecuador (Copae) para reactivarlos luego del terremoto.

Se trata de un fondo de $ 14 mil.  Para Jonathan era importante ese aporte, por lo que perdió con la devastación. No obstante, desde el inicio el propósito del trabajo que venía grabando se encaminaba a un producto de más de 50 minutos. Entre los parámetros de la Copae está que el material dure máximo 10 minutos.  

“Yo fui sincero con la Copae, diciéndole que ya había hecho un video y que ese material se los iba a entregar. Lo otro es cuestión aparte,  lo de los 50 minutos y más”.  
Su material para el proyecto de la Copae se llama Lágrimas por mi tierra y dura 5 minutos. Al instante que lo subió a las redes sociales ya tenía 16 mil visitas. Su propósito era informar desde la fotografía y  el video.

“En ningún momento busco generar sensacionalismo, no busco imágenes que sean dramáticas desde el mismo hecho de ver sangre o gente sufriendo. Busco una realidad sensible de un rostro, busco una mirada que me diga todo lo que necesito saber”.

Así como Jonathan, también son parte del proyecto los realizadores Carlos Quinto, Robespierre Vélez,  Jhonny Montes, Antonio Cedeño,  Katherine Navarrete y Franklin Briones, de Manta; Javier Pico y Fidel Intriago, de Portoviejo; y los choneños Fernando Cedeño y Nixon Chalacamá.

Fidel Intriago, con 7 años en el mundo del cine, trabajará en un documental desde el punto de vista de la comunicación social. “¿Cómo el periodismo manabita afrontó esta tragedia?, ¿cómo empezó a buscar historias? y ¿cómo tuvo que enfrentarse a esa realidad?”. Su trabajo se llamará Edición Especial.

“Estos 11 realizadores son 11 cabezas que piensan totalmente diferente, van a englobar a muchas personas dentro de la producción. Esta es una manera muy positiva de reactivar la economía, aquí en esta zona afectada desde el sector audiovisual”.

Para el mantense Jhonny Montes, realizador audiovisual autodidacta, luego de la desgracia vivida con el  sismo de 7,8 grados Richter era impresionante ver cómo las calles y los edificios quedaron destruidos. Al igual que Gines, decidió grabar ciertas cosas. No quería tener tanta destrucción en sus imágenes.

Él recibió la llamada de Mariana Andrade, de la Copae, quien le comunicó que estaba dentro del grupo de cineastas de la provincia para realizar el proyecto y que se lo iban a financiar. En ese instante  decide hacer un documental del terremoto, desde la mirada de los comerciantes de Tarqui.

“No he buscado nombre para mi material, pero trata de cómo les tocó vivir a ellos después del terremoto. Tarqui fue una de las zonas más afectadas y es el casco comercial de Manta, el motor de la ciudad. Mucha gente se quedó sin trabajo y sin lugares, y por eso empecé a seguirlos”, resalta Montes, quien está con ellos día a día.   

“Lo principal de esto es que mi material tiene esa mirada desde el punto de vista de ellos, desde adentro y más bien es para conocer a los mercaderes que estaban en la denominada zona cero. Busco que conozcan esa parte luchadora de un mantense, de que podemos salir adelante  y no hay  obstáculo para llevar la comida a la casa”.

En octubre, al igual que los demás realizadores, debe presentar un borrador a la Copae, “pero hay chance hasta diciembre para poder terminarlo”, detalla.

En la lista se incluye además Antonio Cedeño. Su trabajo es una historia previa al terremoto. Es un cómic en movimiento. El trabajo está en preproducción, ajuste de guion  y el cómo se va a contar. “Solo tenemos 10 minutos para el documental”, señala Cedeño, quien es productor desde 2008. (I)