Diariamente, Maura Álvarez se despierta muy temprano para preparar empanadas. Antes de las 11:00 parte desde su natal Chamanga (Esmeraldas) y emprende el rumbo hacia la zona rural de Pedernales (Manabí), específicamente a Mache.

Durante la media hora de recorrido, la mujer piensa cómo será su día de trabajo. “Siempre pienso en si llegarán muchos o pocos turistas, pero Dios es bueno y siempre viene gente”, cuenta Maura desde su puesto de trabajo, una de los 12 cabañas que están a la entrada de la cascada Chindul, en Mache.

El lugar es tranquilo. Tras un corto descenso desde la carretera (la caída de agua, de 5 metros, se puede ver desde la vía) se puede encontrar la laguna que se forma por la cascada. Hay una profundidad de casi metro y medio. Maura ingresa allí de vez en cuando. “Cuando termino mis ventas, a veces entro al agua. Es un momento muy bonito, que me tranquiliza mucho”.

Ella lleva 20 años vendiendo empanadas. En un día prepara 50 y logra venderlas todas. “Las personas vienen todo el día, pero llegan más a partir de las 2 de la tarde”. 

Después del terremoto la llegada de personas bajó considerablemente, “pero se va mejorado, porque los turistas están volviendo poco a poco”.

Pero el sismo también significó la llegada de nuevas personas, como es el caso de Carlos Navarro, quien conoció la cascada en uno de sus viajes a Chamanga para llegar con ayuda junto a un grupo de amigos.

En los primeros días no le prestó atención al lugar que veía cuando pasaba en carro, pero después se detuvo a tomar un baño.

“Es un lugar muy lindo, pero el año pasado solo lo pude disfrutar una vez, porque cuando volví (en agosto), ya no había agua”, indica.

La cascada solo tiene agua en época invernal.

Indira Puertas, directora de Turismo del Municipio de Pedernales, dice que al ser un lugar que se puede disfrutar por temporadas, la llegada de visitantes es muy variable.

“Hay ocasiones en que las personas no saben que es una cascada estacionaria y llegan cuando no hay agua, entonces se van decepcionadas”.

La funcionaria resalta que como Departamento de Turismo han dado capacitaciones a los vendedores del lugar para que brinden la atención adecuada a quienes llegan.

“Señores del Municipio han venido y nos han dado consejos de cómo debemos atender a nuestros clientes. Eso es algo que nos ayuda mucho”, destaca Maura.

Puertas indica que se realizan proyectos con los vendedores locales para que el mantenimiento del lugar sea autosustentable.

“Esperamos que la comunidad se involucre y cuide el lugar, que es uno de los varios destinos turísticos que tiene Pedernales para ser visitados”, resalta Puertas. (I)