Riobamba.-

Manuel Tiopul, riobambeño de 40 años, y habitante de la parroquia Cacha, camina apresuradamente por la carretera que conduce hasta la comunidad San Miguel de Quera.

Lo hace para indicar el sitio en el que se levanta el monumento de 9 m de Fernando Daquilema, líder indígena que en 1871 encabezó una sublevación frente al maltrato indiscriminado de su pueblo en Riobamba.

La construcción de la estatua duró ocho meses, estuvo a cargo del escultor chimboracense Juan Bernal, quien la moldeó en arcilla, capturando los más mínimos detalles que observó en las pocas fotografías existentes del ilustre.

Su efigie se ubica en una de las lomas más altas de la capital de Chimborazo, rodeada de césped y flores amarillas. Desde el sitio se aprecian fascinantes paisajes de la Serranía, el desarrollo agropecuario y el crecimiento demográfico local.

Descendiendo por la colina, ubicada a 13 km de la parroquia Yaruquíes, Manuel indica el lugar en el que sus abuelos le contaron que Manuela León, compañera de lucha de Daquilema, habría forcejeado con un diezmero prepotente.

Este ajustició despiadadamente al líder indígena y a algunos de sus amigos al percatarse del impetuoso y rebelde proceder de todos ellos.

“Estaban cansados del pago de impuestos, de la sobreexplotación de hombres, mujeres y hasta niños, razón por la cual se sublevaron. Y fue desde esta zona que muchos oprimidos bajaron a apoyar la lucha”, comentó Manuel.

Esta historia se repite en cada rincón de la parroquia Cacha. A día  de hoy sus habitantes la cuentan como si hubiesen vivido en 1871. “Todos sabemos lo que él hizo por su gente, nuestros padres nos lo  contaron y nosotros, a fin de perennizar la hazaña, la hemos narrado  a nuestros hijos. Daquilema nos dio un gran  ejemplo de la lucha por derechos”, mencionó Alfonso Meyel, habitante de San Miguel de Quera.

Historia

Según registros históricos, desde 1825 los indígenas fueron explotados con el cobro del diezmo (porción equivalente al 10% de las cosechas), con jornadas laborales extenuantes, prohibición de realizar trabajos dignos y constantes maltratos.

Tuvieron que pasar 46 años para que un hombre joven, y nacido en Cacha, tomara la justicia en sus manos. Cansado de ver a su gente que sufría de forma constante, Fernando, hijo de Ignacio Daquilema y María Ruiz, se levantó en protesta.

A su lado siempre estuvo Manuela León. Más de 6 mil indígenas lo apoyaron, lo hicieron su líder y emprendieron la toma de centros poblados como Yaruquíes y Cajabamba, mientras que otros fueron designados para llegar a Punín.

Esta revuelta provocó alboroto en el país, medios de comunicación de la época relataron todo lo ocurrido.

El entonces presidente de la República Gabriel García Moreno, presionado por los terratenientes, dio la orden de capturar a los sublevados, entre ellos Daquilema. Fue llevado hasta la plaza de San Francisco en Riobamba y lo fusilaron en frente de toda su gente. Murió el 10 de abril de 1872 a la edad de 23 años.

Colección

Ocho meses le tomó a un grupo de  historiadores encontrar y verificar archivos del nacimiento, vida y muerte del líder indígena, a fin de armar una colección de 32 fotografías y 105 manuscritos que revelan una de las políticas más radicales y violentas del régimen de entonces.

“Hemos elaborado productos digitales de la vida de Daquilema para que todos conozcan su legado”, dijo Lucía Moscoso, directora de inventario del Instituto de Patrimonio  Cultural. Los retratos del presidente de la República que suelen estar detrás de los escritorios de oficinas públicas serán reemplazados por personajes de la historia del Ecuador, entre ellos Daquilema.

Este proyecto, que es impulsado por los ministerios de Cultura, Educación y la Secretaría de Comunicación, busca la recuperación de valores a través de la exhibición de imágenes de ilustres ecuatorianos. (I)

DATOS

El 5 de noviembre de 2010, la Asamblea Nacional mediante decreto declaró a Fernando Daquilema y Manuela León héroe y heroína nacionales del Ecuador.

Pese a que se desconoce la fecha exacta del nacimiento de Fernando Daquilema, se estima que ocurrió en 1845. Aunque varios historiadores han investigado por años, no se ha podido hallar su fe de bautizo.

Su padre trabajó en la hacienda Tungurahuilla, y de su madre se sabe poco debido a que las genealogías tribales no consideran a la mujer con derecho a figurar en los árboles genealógicos.

Daquilema fue apresado y conducido a la cárcel de Riobamba, donde se encontraban encarcelados otros dirigentes indígenas. El  10 de abril de 1872 fue conducido a la plaza San Francisco, donde fue fusilado. (I)