Juan Tenelema, de la comuna Porlón de Riobamba, aún no cree que al abrir su ventana ya no observe el humo negro,  ni sienta el desagradable olor de la basura quemándose a cielo abierto.

Tenelema es parte de las 400 familias que viven alrededor de lo que hoy es la primera fase del nuevo relleno sanitario.  

Por más de 40 años los habitantes de San Clemente, Socorro y Porlón vivieron en medio de olores nauseabundos debido al mal manejo de los desechos sólidos.

“Había ratas por todos lados. Las montañas de basura se quemaban en la parte baja de nuestro barrio y el hedor subía. Nuestros niños tenían afecciones a la garganta, la piel con irritaciones, no podíamos permitirles salir a jugar en ese ambiente”, indicó Tenelema.

En la capital chimboracense se producen entre 140 y 150 toneladas diarias de desechos. Estas solían arrojarse en el botadero de Porlón, ubicado a 15 minutos de la ciudad. Entrar ahí era una experiencia desagradable.

El olor putrefacto se percibía a 1 kilómetro y era preciso usar botas, mascarilla y protección contra los moscos.

En medio de los desechos se movían 21 personas que pertenecen a la Asociación San Gerónimo, la misma que separaba el material reciclable de la basura común.

“Era horrible trabajar así, pero no teníamos otra opción. Debíamos llevar el pan a nuestra familia. Por más cosas que nos pusiéramos para evitar el olor este se pegaba a la ropa. Nuestro aseo era constante”, dice Verónica Rechin, integrante de esta organización.  

Ahora estas personas pasarán a formar parte de otros puestos de trabajo.

“No podemos permitir el ingreso, ellos trabajaban en condiciones terribles en medio de desechos, por eso los ubicaremos para que sigan ganando su sustento en jardinería, o en la recolección de basura”, manifestó el alcalde de la ciudad, Napoleón Cadena.

Detalles de la inversión

Con una inversión de $ 700.000 por parte del Municipio de Riobamba y $ 92.000 más del Ministerio del Ambiente  (MAE) para los estudios, se avanza con esta obra que hizo posible el cierre técnico del botadero y que forma parte del Programa Nacional para la Gestión Integral de Desechos Sólidos.

“Esto lo hicimos con todas las garantías de protección del medio ambiente. Tenemos la licencia que demuestra el trabajo conjunto. Ahora contamos con un sistema apropiado de eliminación de desechos que disminuya los índices de contaminación”, señaló Geovanny Bonifaz, director de Higiene del Municipio local.

Las montañas de basura se esfumaron, el olor es casi imperceptible y el uso de botas ya no es necesario.

Para llegar a ese lugar las personas lo hacen con todo tipo de calzado, incluso con tacones altos.

Desde el ingreso se nota la transformación. Un jardín adornado con artículos reciclados se convirtió en el sendero para que las personas conozcan el relleno sanitario.

Modelos de carros recolectores diseñados con varios colores se convirtieron en los motivos más atractivos para las fotografías.

Ahora ya no se restringe la entrada de la gente por los riesgos a la salud que había antes, más bien se invita a niños de diferentes escuelas para que vean la aplicación de un buen manejo de la basura.

El área de construcción

El proyecto contempla 12 hectáreas; la primera etapa abarca 4 de ellas y en estas se encuentra la celda emergente que ocupa 3 ha.

 Allí se colocaron 42 ductos de gases para la evacuación de vapores que provienen de la descomposición de los desechos. Mientras que la propiedad restante sirve para la adecuación de las  áreas verdes.

Los desechos llegan al lugar en 9 vehículos de carga posterior y 7 de carga lateral.  Estos automotores  recorren las zonas urbanas y rurales de Riobamba.

Los residuos son depositados en un sistema de alcantarillado que los lleva hasta una piscina en la cual se  tratan a los lixiviados (líquido que arroja la basura).

“Esta solo es la primera parte, al momento ya estamos realizando los trabajos para la construcción del parque temático ambiental Sisaypamba. Es decir, que los riobambeños podrán acceder hasta este lugar que contribuirá a mejorar el ambiente, tras 30 años de contaminación continua”,  acota Cadena.  

Antes de que el relleno funcione completamente se hará el cierre técnico del botadero a cielo abierto.  

A partir del pasado 20 de agosto del presente, la basura que generan los riobambeños es depositada ya en una celda emergente.  Habrá otra  para descargar  los desechos hospitalarios y los lixiviados. (I)