El cantón Pelileo, ubicado a 20 minutos de Ambato, es considerado la capital nacional del jean y la ebanistería. El Tambo y Huambaló son los sectores donde se elaboran estos productos y en los que cada semana existe un gran flujo de compradores.

Gracias a esto el sector turístico se ha desarrollado y, por ende, la economía local. En cuanto a gastronomía Pelileo es famoso en todo el país por platos típicos como los tamales, el mote y el hornado.

Precisamente este último platillo ha conseguido recientemente que el cantón sea reconocido, además, como capital nacional del hornado, una especialidad gastronómica basada en la preparación de la carne de cerdo, típica de la Sierra.

El 25 de septiembre pasado, Carmen Ramos, pelileña de 49 años, ganó la segunda edición del Campeonato Mundial del Hornado, que tuvo lugar en Otavalo y al que asistieron cerca de 25 mil personas de diferentes ciudades.

Esto sin duda coloca a Pelileo en el podio de la excelencia gastronómica nacional. Manuel Caizabanda, alcalde, destacó la importancia de tener en casa el trofeo culinario.

“Conseguir el reconocimiento en los sectores textil y de elaboración de muebles, costó tiempo y mucho esfuerzo. Hoy, el triunfo de doña Carmita Ramos nos coloca a la vanguardia de la gastronomía tradicional y nos compromete a continuar apoyando toda clase de emprendimientos turísticos y que destaquen el talento que tenemos”, dijo.

Uno de estos elementos es la petición por parte de un gran número de pelileños de colocar una placa conmemorativa y un monumento en el parque central, en honor a la antigua tradición de preparación de hornado.

“Tras conocer que el trofeo del Campeonato Mundial del Hornado estará en nuestro cantón, miles de pelileños que hemos probado la sazón de doña Carmita, nos agrupamos y hemos pedido al Municipio y demás autoridades de la provincia que se destaque este logro con la colocación de una efigie conmemorativa, en un importante parque que está por inaugurarse”, explicó María Medina, deportista de Pelileo.

En los próximos días se sabrá si este pedido obtiene una respuesta favorable de las autoridades.

La ebanistería tiene tradición

A 5 minutos de Pelileo se encuentra la acogedora parroquia Huambaló en la que, pese a estar ubicada justo en frente del volcán Tungurahua y ser afectados por las cenizas, bramidos y tremores cada vez que el coloso se reactiva, la actividad en el lugar es incesante.

Sillas, mesas, sofás, armarios, alacenas y demás muebles de madera son elaborados a diario en los 60 talleres existentes. Se calcula que el 70% de los 14 mil habitantes del sector se dedican a este trabajo.

“El centro de Huambaló es prácticamente una vitrina en la que se expone toda la variedad de productos en madera que realizamos, y si algo no tenemos lo fabricamos. Esta labor tomó fuerza hace 3 décadas, cuando las condiciones climáticas adversas de la parroquia (heladas y fuertes lluvias), obligaron a la población a cambiar de trabajo, sin dejar de lado la materia prima que tenemos a la mano, como es el caso de la madera”, dijo Carlos Coca, presidente de la Asociación de Artesanos del Mueble.

Cada semana, decenas de camiones transportan camas, juegos de comedor, literas, cómodas y otros artículos elaborados con chanul, canelo, laurel y otras maderas. Por tal motivo desde hace 20 años se organiza en diciembre la Feria del Mueble de Huambaló, en la que hay excelentes ofertas y a la que llegan personas de todas las provincias.

“Este evento anual tiene el propósito de exponer al país y al mundo la destreza, esfuerzo y empeño de los artesanos de Huambaló. Es la ocasión perfecta para que nuestros ebanistas vendan sus hermosas y artísticas creaciones, en la comodidad de sus fábricas, y muestren a los clientes los diferentes tratamientos que se da a la madera y demás materias primas”, manifestó Juan Carlos Villegas, presidente del Comité de la Feria.

La industria textil

Al igual que la ebanistería, la fabricación de prendas de vestir de mezclilla tomó fuerza en Pelileo tras la caída de la producción agrícola. Desde hace 3 décadas en El Tambo, ubicado en la entrada norte de la urbe, al menos el 60% de los 56.500 habitantes trabajan directa e indirectamente en la elaboración de prendas de vestir, especialmente pantalones, camisas y blusas de este material.

Según el censo de producción de la prefectura de Tungurahua, hecho en 2011, en la urbe existen cerca de 1.100 talleres textiles y 12 lavanderías de ropa. “Si bien tenemos la categoría de capital nacional del mueble, hoy competimos directamente con cantones como Cuenca e Ibarra, donde también se hacen muebles de madera de calidad”, dijo César Villena Carrasco, presidente de una de las asociaciones de fabricantes de prendas de vestir. (I)