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Ecuador, 29 de Marzo de 2024
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El Telégrafo
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La carretera de doble carril que conecta Ambato con el centro parroquial paseño es asfaltada y está en buen estado

Las camisas y áreas turísticas seducen a los foráneos en la parroquia Pasa

El trabajo en el taller de la Asociación Artesanal San Antonio de Pasa es diario.
El trabajo en el taller de la Asociación Artesanal San Antonio de Pasa es diario.
Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO
08 de abril de 2017 - 00:00 - José Miguel Castillo

Ambato.-

La antigua vía Flores es asfaltada y de doble carril, y su utilización aumentó en la última década. Ingresa en zonas naturales apreciadas por sus paisajes de páramo y en poblaciones y comunidades turísticas.

Sin embargo, cuando esta ruta sinuosa se estrecha en los puentes  presenta riesgos para los conductores sobre todo si se exceden los 60 kilómetros por hora.

Esta carretera fue utilizada hace medio siglo como única opción para viajar desde Ambato hasta Guaranda y Babahoyo.

En la actualidad es una senda turística y uno de sus desvíos entra a San Antonio de Pasa, una parroquia rural conocida por la fabricación de camisas y otras prendas, la gastronomía, la cultura ancestral y las tradiciones religiosas.

Durante el viaje, que toma unos 20 minutos, el ciudadano aprecia los pintorescos paisajes serranos en los que prevalecen las montañas cubiertas de verdor con cerca de 2 mil  ha de páramo, los sembrados y el caudaloso río Ambato.

Las chuquiraguas, los lirios, los tifos, la paja, los sigses, las coleas, los quishuares, los pumamaquis, los motilones aún crecen en las laderas.

El centro recreacional Aguaján, que es parte de la red de granjas y parques construidos e implementados por el Gobierno Provincial de Tungurahua (GPT), está en el kilómetro 10.  Para decenas de ciclistas profesionales y novatos es una de las paradas predilectas. Ellos usan el asfalto como una rutina semanal para ejercitarse y distraerse.

“Es un pedaleo agradable, pero hay que tener cuidado con las volquetas, los buses y las camionetas que cruzan continuamente por allí. En el centro recreativo hay piscinas, áreas verdes para acampar y canchas deportivas”, explicó Sergio Rodríguez, ciclista amateur.

El acceso a Aguaján es gratuito y cuenta además con juegos infantiles, árboles frutales, canchas de vóley y fútbol, vestidores y duchas. La atención es diaria e ininterrumpida de 08:00 a 18:00.

El complejo es también un incentivo para avanzar en dirección a Pasa. En esta área y en comunidades como Chillipatag, Guangusig, Quindivana y Llullaló los cultivos de frutales todavía se practican a 3.300 metros de altura.

El acceso al Centro Recreacional Agaján es gratuito. Está abierto de 08:00 a 18:00. Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO

La fabricación de camisas

El taller de la Asociación Artesanal San Antonio de Pasa está situado cerca del parque Central, a un costado de las calles adoquinadas Antonio José Tobar y Jara.

El área de trabajo tiene 10 metros de ancho por 30 de fondo. Es como un galpón con techado curvo de eternit. Las máquinas de coser marca Juki están ocupadas por una docena de trabajadores.

“Somos 20 socios que trabajan en conjunto en las temporadas altas y en sus casas, al ritmo que les permita atender sus otras ocupaciones”, explicó Garciela Ulloa, emprendedora de 67 años.

Esta actividad empezó hace más de 100 años. “Rosendo Vinueza, mi tío, continuó con la tradición en el siglo pasado. En la actualidad hacemos camisas formales y casuales a cuadros. Usamos telas nacionales, pero preferimos las de Perú y Colombia porque tienen mayor porcentaje de algodón”, añadió. En esta parroquia hay unos 50 talleres familiares, pero el de la asociación es el más grande y produce 100 prendas diarias que podrían incrementarse o disminuir dependiendo de los pedidos previos.

Esta organización cuenta también con un almacén. Las camisas cuestan entre $ 5 y $ 50.

Otro atractivo es la Posada de Mama Lida que funciona en una casona edificada hace más de un siglo y que está en remodelación.  “Perteneció a Elvira Toro y hace 3 años se volvió posada con la idea de fortalecer la gastronomía como un complemento al turismo de compra de prendas de vestir”, aseguró Fernando Dávalos, administrador.

Allí se ofrecen platos como habas con choclos, papas chauchas, ensalada y carne asada en horno de leña. Los fines de semana la oferta es más variada.  Cerca de allí está el museo  que fue inaugurado el 25 de junio de 2016. Cuenta con sala de exposición y huertos frutales. (I)

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