La industria textil es la principal actividad económica del cantón Pelileo, ubicado a 15 minutos de Ambato. Si bien allí muchas familias viven de la agricultura, ganadería, avicultura y turismo, al menos el 60% de los 56.500 habitantes trabajan directa e indirectamente en la elaboración de prendas de vestir, especialmente pantalones, camisas, blusas y chaquetas jeans.

El uso de este material, bastante resistente y de tonalidades oscuras, tomó fuerza en la ciudad desde 1978, fecha en la que gran parte de los niños que sobrevivieron al terremoto de 1949 regresaron de Quito, Guayaquil y naciones vecinas, tras estudiar corte y confección.

Desde hace 35 años esta industria ha sido el motor de la economía en Pelileo. No obstante desde 2010 hasta mediados de 2013 se registró un importante repunte en la industria textil. Según la Asociación de Comerciantes y Fabricantes del barrio El Tambo (Asofambo), ubicado en el ingreso norte de la urbe, hasta este último año en el cantón se confeccionaba aproximadamente un millón de prendas y el negocio movía cerca de $ 10 millones.

Hoy la devaluación de monedas de países cercanos y la ideología de consumo del comprador, entre otras razones, han influido de forma directa para que estas cifras se reduzcan hasta en un 50%. Así lo dio a conocer César Villena Carrasco, presidente de Asofambo.

“La depreciación del peso colombiano y sol peruano han provocado una fuga de consumidores nacionales hacia mercados de las fronteras norte y sur del Ecuador. Esto, sumado a la preferencia de marcas extranjeras como Lee y Levi’s, e imitaciones de gran calidad, se traduce en una baja producción local”, dijo.

Estadísticas

Según el censo de producción de la prefectura de Tungurahua, hecho en 2011, en Pelileo existen cerca de 1.100 talleres textiles y 12 lavanderías de jeans, las cuales cuentan con  los permisos de funcionamiento del  Ministerio del Ambiente.

En el Tambo se concentra la mayor parte de almacenes del cantón. El lugar es considerado un centro comercial a cielo abierto, pues estos negocios se ubican a los costados de 1,5 kilómetros de la vía Pelileo-Baños. Cientos de maniquíes en las puertas de los locales ofertan ropa  de diversos modelos, tallas y tonalidades.

Si bien los fines de semana al lugar llegan miles de personas, los comerciantes aseguran que las ventas no han subido. Es el caso de Vicente Miniguano, quien tiene su negocio desde hace 20 años. “Hoy muchos de quienes nos visitan solo averiguan, comparan precios y copian modelos. Esto sirve de referencia para ir a comprar en Ipiales, ciudad a la que hasta antes de la dolarización era llevada nuestra producción y se vendía muy bien”, dijo.

Efectivamente, a mediados de los años noventa la exportación de jeans de Pelileo se realizó con éxito hacia escaparates de urbes colombianas. Cientos de productores pelileños viajaban una vez por semana para entregar grandes cargas de prendas elaboradas en esa tela.

Frente a ello, el compromiso de autoridades y productores es elevar la calidad de la mercadería. Manuel Caizabanda, alcalde de Pelileo, aseguró que el Cabildo apoya todos los emprendimientos de los 30 gremios de productores textiles y analizan varios convenios con importantes centros de capacitación para actualizar los conocimientos de fabricación y mercadeo.

Para Norma Frías, dueña de un almacén y representante gremial, esta es la estrategia que elevará las ventas pues “culpar a autoridades, la suerte o a economías extranjeras, no sirve de nada, más bien se debe enfocar en mejorar la calidad del producto y ser competitivos para recuperar la clientela”, dijo. (I)