Latacunga.-

“Producir y comercializar agua mineral y bebidas, bajo procesos de calidad para satisfacer las necesidades y expectativas de los clientes y consumidores” es la misión de Fuentes San Felipe S.A, una envasadora latacungueña de agua mineral que hoy se establece como una de las empresas con mayor solidez, liderazgo, desempeño y productividad en la Sierra centro.

Así lo corroboró Ekos Negocios, una revista especializada en información estratégica para empresarios, al entregarle el premio Ekos, al primer lugar por su desempeño entre las Pequeñas y Medianas Empresa (Pymes), del Ecuador.

Esta compañía está ubicada cerca del río Pumacunchi, en el barrio San Felipe, del cual  tomó su nombre. En ese lugar funcionan las oficinas administrativas, bodega y  planta envasadora. Está cerca de las fuentes de donde se recoge el líquido.

Nelson Sánchez, gerente general e hijo del fundador, explicó que el galardón fue entregado después de un análisis que la revista hizo el año pasado sobre el ejercicio fiscal de la empresa en el Servicio de Rentas Internas (SRI).

“Nos cogió por sorpresa esta designación, ya que la publicación hizo sus averiguaciones con esta entidad para investigar la responsabilidad fiscal y aporte social a la comunidad. Aquí trabajan 44 personas del sector, parroquia y la provincia, ya que otro de nuestros objetivos es aportar al desarrollo económico de la comunidad en la que operamos desde hace más de 80 años”, dijo.

Debido a esto, la unidad de análisis económico de la magazine estableció que Fuentes San Felipe es la empresa que merece el primer lugar a escala nacional en la categoría Mediana Empresa. La premiación se realizó en noviembre de 2013, en la capital de la República.

Este galardón —añadió Sánchez— es un motivo para mejorar y mantener la pureza del producto. “Esta agua no contiene ningún añadido que baje sus propiedades naturales, excepto una mínima cantidad de gas. Posee potasio, calcio, magnesio, hierro, sodio y demás sales y minerales, que satisfacen los requerimientos diarios para hidratar a una persona”, agregó.

Los momentos históricos

Eloy Alberto Sánchez empezó a envasar el agua en 1928. Él compró el terreno donde brotan las fuentes. Desde ese año, se ha embotellado en diferentes presentaciones y envases de vidrio o plástico.

Ochenta y seis años después, el producto se expende en presentaciones de 500, 1.500, 2.000 y 3.000 cc en envases plásticos.

Berta Figueroa, esposa de Nelson Sánchez, explicó que el agua además tiene propiedades cosméticas. “Por sus sales minerales se puede aplicar directamente sobre la piel como un tónico refrescante, astringente y purificante. Es muy recomendable hacer esto”, dijo.

Algo que ha convertido a este producto en un objeto de mesa en las casas de los latacungueños es  la transparencia con la que se envasa cerca de las mismas fuentes sin utilizar otros recipientes para su transporte. La comercialización es regional y nacional.