Ambato.-

El desarrollo agrícola, ganadero, comercial y turístico del cantón Píllaro, ubicado a 20 minutos de Ambato, ha convertido a esta ciudad en un referente nacional de crecimiento sostenible.

Estas actividades se han fortalecido durante las últimas cuatro décadas gracias a las propiedades del suelo, clima y abundantes fuentes hídricas que rodean a la urbe.

La comunidad Penileo, de la parroquia Presidente Urbina, ubicada a cinco minutos del centro de Píllaro, goza de estas cuatro características que además afianzan el programa de agricultura limpia que la prefectura aplica en Tungurahua desde hace más de 10 años.

Uno de los emprendimientos familiares y turísticos más reconocidos del lugar es la Granja La Frambuesita. Desde que abrió sus puertas, hace un año, se ha convertido en un importante destino local.

Allí el visitante puede dar un placentero paseo por los coloridos y aromáticos huertos de mora, uvilla, tomate, babaco, granadilla y frambuesa, además de visitar los criaderos de especies menores.

Con estos productos se elaboran cada semana zumos, mermeladas y vinos. La frambuesa además es usada en la elaboración de deliciosos helados que forman parte de los atractivos gastronómicos dulces de Píllaro, junto con el jucho de capulí.

Tras recorrer los extensos huertos frutales, los visitantes degustan los helados de frambuesa, un postre que destaca por su sabor agridulce.

Fruta traída de Europa

Para llegar al lugar se debe ingresar por un camino de segundo orden ubicado en el kilómetro 4 de la vía Píllaro-Ambato, el cual está asfaltado y cuenta con señalética.

Marta Romero, emprendedora pillareña de 45 años, es la propietaria de La Frambuesita. Para ella el concepto de producción agrícola ‘mil por uno’ pasó de ser una fábula de antiguos agricultores a una realidad indiscutible.

“En 2010 regresé de Pamplona, norte de España, ciudad donde viví 18 meses y trabajé en los extensos cultivos de frambuesa, una fruta muy apreciada en toda Europa.

Su intenso color rojo, potente sabor de cítrico dulce y textura delicada, estimulan desde el primer contacto la vista, el olfato y sentido del gusto; razones por las cuales a mi retorno traje una planta de la especie silvestre y de ella, aunque parezca mentira, salieron los mil arbustos que conforman mi enorme huerto familiar”, comenta.

Si bien La Frambuesita fue constituida como un establecimiento de servicios turísticos desde hace 12 meses, la antigüedad del huerto es siete años. Marta sembró la ‘planta madre’, como ella se refiere al pequeño arbusto traído desde España, en junio de 2010, y no tardaron en aparecer sus retoños.

“Tras seis meses empezó a florecer, dio sus primeros frutos y en sus alrededores empezaron a brotar los hijuelos, pequeños retoños que salen en los alrededores de la planta madre, mismos que fueron trasplantados y sembrados en diferentes sitios para incrementar la huerta”, comentó Mireya González, estudiante ambateña que visita con frecuencia La Frambuesita.

Al igual que ella, cada fin de semana cientos de turistas escuchan este relato de boca de doña Marta, sus dos hijos y esposo, quienes colaboran en el emprendimiento. Tras un relajante paseo por los huertos, la degustación de los helados de frambuesa es inevitable.

“Es imposible llegar a La Frambuesita y no probar los helados. Su sabor es único, no se iguala a otras especialidades dulces, como todos los frutos esta especie no pierde sus propiedades alimenticias al ser sometida a bajas temperaturas, por lo que es posible degustar y a la vez nutrirse como si se estuviera ingiriendo el producto crudo”, manifestó Israel Morales, nutricionista del cantón Píllaro.

Además allí se preparan zumos frutales, cuyo valor es de $ 0,50 al igual que los helados. La botella de vino de mora cuesta $ 5 y es muy apreciada para acompañar carnes y pescado.

Agricultura limpia

A esta granja de 3.500 metros llegan cada semana entre 60 y 80 visitantes de toda la provincia y país. Gracias a las excelentes prácticas agrícolas que allí se aplican, la Universidad Técnica de Ambato (UTA) entregó a los propietarios de este emprendimiento familiar el certificado de Agricultura Limpia.

Este reconocimiento se adjudica a agricultores en cuyas siembras no se han utilizado insecticidas, herbicidas o fertilizantes químicos, los cuales desprenden sustancias tóxicas que además de contaminar los frutos, verduras o tubérculos, se filtran por el suelo y llegan hasta fuentes subterráneas de agua.

“Existen alternativas al uso de estos productos, como los cultivos asociativos. Esto implica la siembra de ciertas especies florales y frutales cerca de arbustos, plantas y árboles que desprenden sustancias que impiden que insectos y más plagas afecten las cosechas”, destacó Jaime Alvarado, agricultor.

La Frambuesita además tiene criaderos de gallinas, cuyes y conejos, especies con las cuales se preparan platos típicos. El horario de atención es de lunes a viernes de 08:00 a 17:00, sábados todo el día y domingos de 15:00 a 18:00. (I)

Las prácticas agrícolas que allí se aplican no solo favorecen al suelo, sino también a las aves que allí se crían, pues se alimentan de hierbas y granos del lugar.