Tisaleo, Tungurahua.-

El cantón tungurahuense Tisaleo, ubicado a 20 minutos de Ambato y dos horas y media de Quito, recibió desde el último sábado hasta el martes unos 25  mil visitantes.

Desde Guayaquil, Quito, Santo Domingo, Ibarra, Cuenca y países vecinos arribaron los turistas para disfrutar del Inga Palla, la fiesta mayor de esa ciudad.

Esta celebración recuerda la hazaña del cacique Tisaleo, del cual toma nombre la urbe, a fin de detener las tropas ibéricas provenientes del sur del país con destino a Quito, en 1534. Además demuestra la devoción que los tisaleños tienen por su patrona, Santa Lucía.

El alcalde Rodrigo Garcés explicó que en la presente edición hubo un ligero incremento en el número de visitantes que tradicionalmente llega cada año.

“Cada octubre suelen arribar entre 20 y 22 mil personas, pero en esta ocasión hemos superado esta cifra. Si bien la capacidad hotelera de Tisaleo no abastece para tan multitudinaria concurrencia, los turistas se alojan en hosterías, hoteles y hostales de Ambato, Cevallos, Mocha, Guano y Riobamba (Chimborazo), entre otras localidades vecinas, lo cual representa un beneficio no solo para el cantón sino también para la región”, dijo.

El burgomaestre además destacó el fuerte operativo de orden y seguridad que desplazó la Policía Nacional, Secretaría de Gestión de Riesgos, ECU-911, Cruz Roja, municipio tisaleño, entre otras entidades, durante los 4 días de la festividad.

“Gracias a los controles diarios  que realizó el personal de estas instituciones no tuvimos accidentes viales, riñas, robos de domicilios, u otros eventos negativos que lamentar. Por el contrario, los ingresos en restaurantes, establecimientos de hospedaje, tiendas de artesanías, almacenes y demás comercios, fueron  significativos”, agregó el Alcalde.

Las loas, los cantos y demás honores a Santa Lucía tuvieron lugar en la puerta del templo, que hace más de 50 años se edificó en su honor, el sábado y domingo pasados.

En esta actividad participaron mayoritariamente niñas y niños de las diferentes comunidades del cantón, quienes llevan vestiduras blancas con adornos de colores y previamente a la declamación a su patrona son llevados en hombros por sus padres en urnas pequeñas.

La tradicional recreación del enfrentamiento entre tropas ibéricas e indígenas se realizó el lunes, en el sector El Relleno, donde se armaron tarimas para facilitar la observación del espectáculo.

“A más de afianzar la memoria histórica de los más jóvenes y visitantes, con este evento se da trabajo a las familias que instalan los graderíos móviles, a los vendedores ambulantes de alimentos, bebidas, sombrillas, gorras, y a los fotógrafos de la localidad”, destacó Luis Moreta, líder barrial del cantón.

Atractivos turísticos

Pese a que el martes fue el último día de las festividades, cientos de turistas decidieron quedarse hasta mañana para visitar los encantos naturales de Tisaleo. Entre ellos los senderos ecológicos de la parte alta y los espectaculares miradores del corredor de los volcanes.

“A 10 minutos del centro es posible apreciar los nevados y volcanes Carihuairazo, Tungurahua, Cotopaxi, Chimborazo y El Altar. Además se puede recorrer una serie de fascinantes lagunas cristalinas a lomo de caballo, y practicar senderismo. Una de las tantas alternativas gastronómicas es la fritada y el caldo de gallina criolla, platos típicos de Tisaleo”, dijo Alfonsina Sánchez, guía turística. (I)

La escenificación del enfrentamiento entre el ejército ibérico y las tropas del cacique Tisaleo, se realizó en el sector El Relleno, a 10 minutos del casco urbano. Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO