El 23 de mayo de 2016, la empresa municipal de obras públicas de Quito inició una campaña de bacheo que pretendía cubrir 7.000 de las 11.000 vías de la ciudad.

Entre mayo y septiembre del año pasado, según el Cabildo, 250 trabajadores realizaron intervenciones correctivas.

Las obras mejoraron algunos puntos de la ciudad. Sin embargo, esta época de lluvias volvió a cubrir de baches la ciudad, a pesar de los intentos municipales por resolver el problema.

Marco Hidalgo, quien conduce   a diario por la av. Mariscal Sucre para dirigirse y regresar de su trabajo, afirmó que no está satisfecho con el bacheo de las vías. El hombre aseguró que “los arreglos duran poco, desnivelan las calles y apenas llueve vuelven a aparecer los huecos”.

Por su parte, Lizeth Mosquera aseguró que los baches no son solamente un problema para los vehículos, sino también para los transeúntes, especialmente en época de lluvias. “Cuando llueve, los baches se llenan de agua, los conductores no los ven y pasan sobre estos salpicando a las personas que caminan por las calles. Una termina empapada”.

Tatiana Casa, quien tiene un pequeño puesto de dulces y snacks en la esquina de Reina Victoria y av. Patria, coincidió con ellos en la necesidad de que la Alcaldía actúe con más diligencia en el mejoramiento vial.

Otra vía que también muestra problemas es la Nicolás Arteta y Calisto, que bordea por el occidente el hospital Metropolitano. En el carril sur-norte de la calle hay tres grandes baches que son imposibles de sortear por los conductores cuando se acercan al cruce con la av. Mariana de Jesús.

Mariana Rivera, quien ayer esperaba un bus para trasladarse al sector de la Universidad Central, aseguró que los huecos están allí desde que empezaron las lluvias.

Ni siquiera los carriles exclusivos de los corredores municipales de transporte se libran. Por ejemplo, un recorrido mostró la existencia de baches en la Ecovía. (I)