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El Telégrafo
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Lloa despunta con el turismo comunitario

El hermoso y bien conservado templo de la población es uno de los atractivos que ofrece la parroquia rural capitalina a quienes la visitan.
El hermoso y bien conservado templo de la población es uno de los atractivos que ofrece la parroquia rural capitalina a quienes la visitan.
Foto: cortesía
10 de junio de 2017 - 00:00 - Redacción País Adentro

A 20 minutos del suroccidente de la ciudad de Quito se encuentra la parroquia rural Lloa, una de las más grandes del Distrito Metropolitano.
A pesar de la relativa cercanía con el área urbana, la localidad ofrece todavía la tranquilidad propia de los puntos campestres.

Hermosos paisajes, diversidad de atractivos naturales, lugares turísticos y ecológicos, áreas de recreación y descanso son parte del entorno.

Actividades deportivas como cabalgata, escalada, pesca y ciclismo, a las que se agrega una variada y deliciosa gastronomía son las opciones de los visitantes.

Al suroccidente del pueblo, donde se visualizan los bosques primarios de Mindo, se encuentran las cascadas de las Siete Caras y las aguas termales de Urauco, a donde se llega tras recorrer 16 km, desde el parque central de Lloa, por la carretera Lloa-Mindo, hasta a la hacienda Palmira.

El complejo turístico es administrado por la organización Aguas Termales de Urauco; cuenta con 2 piscinas, temperadas que tienen propiedades medicinales, además hay servicios de duchas, restaurante, canchas deportivas y una ruta para visitar las cascadas naturales que se forman con los saltos del río Cachaco.

Para quienes prefieren hacer ciclismo y escalar, la parroquia también ofrece una ruta directa que  conduce hasta el Pichincha, volcán activo ubicado a 4.784 metros sobre el nivel del mar.

En la temporada seca es posible apreciar las fumarolas del volcán y el espectacular escenario de los suelos circundantes que son ricos en minerales.

Después de disfrutar de estas actividades y de regreso al pueblo los turistas tienen la opción de degustar la comida típica de Lloa, preparada con productos cultivados por los mismos habitantes, quienes cada fin de semana se organizan para atender a los visitantes.

La loma de Huayrapungo, que significa ‘puertas del viento’ en quichua, es un mirador natural que acoge al templo, en donde se venera a la Virgen del Cinto, patrona de este lugar. Desde aquí tembién se divisa el sur de Quito y se disfruta del magnífico paisaje que brinda la ruta de los volcanes.

La altura de la parroquia oscila entre los 1.800 y 4.784 metros sobre el nivel del mar, por lo que Lloa se extiende por una gran variedad de pisos climáticos.
Esto permite a los residentes dedicarse, entre otras cosas, a la crianza y venta de ganado vacuno y ovino, a la comercialización de leche y derivados como quesos.

Las características de fertilidad, la abundancia de fuentes hídricas y su condición climática convirtieron a Lloa en una fuerte productora de papa, trigo y cebada que alimentaron y alimentan a Quito.

Los lloenses siguen trabajando en la agricultura, ganadería y dedican mucho empeño al desarrollo de una creciente actividad turística.

El poblado central, en cuya plaza destaca un hermoso templo católico, ofrece la oportunidad de descansar y alimentarse.

Partiendo desde la av. Mariscal Sucre, Lloa cuenta con 2 vías de acceso. Una por la subida al Hospital Enrique Garcés o del Sur, por la  vía Chilibulo (empedrada). Y por la zona de la Mena 2, se avanza por el camino Santa Bárbara, El Cinto, Lloa (pavimentada) hasta el centro poblado.

Para utilizar servicio de transporte público, en la calle Angamarca y ave. Mariscal Sucre, se accede a las unidades de la compañía Interparroquial Transportes Lloa, de color verde. El costo del pasaje es de $ 0,50. Los fines de semana son los habitantes del sur de Quito los que más se dirigen hasta Lloa.

Datos

- En la época precolombina, Lloa fue utilizada como ruta de intercambio entre las poblaciones de las montañas de Mindo y del valle de Quito.

- En el periodo colonial, en su territorio se albergaron poblaciones indígenas que intentaban huir del dominio español y que no conformaron patrones de asentamiento nucleados.

- El origen del nombre trae muchas dudas. Hay autores que reclaman un origen panzaleo (cotopaxense) del término Lloa. Se refiere a que hay poblaciones en África y España con la misma denominación.

- En 1861, se promulgó la Ley de División Territorial, dentro de la cual se establece a Lloa como una parroquia civil.

- Desde entonces, la zona ha formado parte del entramado jurídico-geográfico de la capital de la República. El poblado está a pocos minutos de Quito. (I)

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