Satisfecha por su desempeño en la Copa Mundial de Triatlón que se escenificó en Yucatán, México, el pasado sábado, la triatleta ecuatoriana Elizabeth Bravo ya piensa en sus siguiente reto: la gran final del Mundial de triatlón de 2017, a cumplirse el 17 de septiembre en Rotterdam (Holanda).

El sexto lugar en México la tiene motivada, no esperaba este sitio en el Top Ten, ya que en el Ironman 70.3 de Manta el quinto puesto no era el objetivo anhelado.

“En Manta me fue mal, psicológica y emocionalmente no estaba bien porque fui buscando otro resultado, en Yucatán iba a una Copa del Mundo, un torneo de mucho más nivel que el medio Ironman, así que ¡Wow, fue increíble! Mucho más de lo que pensaba”, admite la mejor triatlonista en la historia del deporte nacional.

No obstante, ese sexto puesto no es su mejor sitio a escala global; en 2011 fue quinta en Monterrey (México) y en 2009 estuvo en la undécima posición en el campeonato mundial.

Actualmente, la atleta cuencana de 30 años tiene como principal estímulo de vida a su primogénito Juan Francisco, de 1 año cuatro meses, quien la mueve a sobreponerse a las situaciones difíciles, como la que pasó poco antes del Ironman 70.3 de Manta, cuando un rotavirus en el estómago le impidió entrenar cinco días.

Luego de estar en los Países Bajos, el 22 de octubre estará en la Copa Panamericana a efectuarse en Puerto López (Manabí), el 29 de octubre participará en la Copa Mundial de Salinas (Santa Elena), después competirá en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017 (Colombia),  a realizarse del 11 al 25 de noviembre; y el 26 de ese mes bregará en el Ironman 70.3 de Punta del Este Uruguay.

El propósito en Santa Marta es conquistar su cuarto título, pues cosechó las medallas de oro bolivarianas en Armenia y Pereira 2005, Sucre 2009 y Trujillo 2013.

Ayer, Bravo estuvo en Quito, donde anunció ser la sexta deportista de élite del Team Herbalife, en el que también constan los fondistas Rosa Alba Chacha y Byron Piedra, el tenista Emilio Gómez, el ciclista máster de ruta y pista Juan Carlos Bosmediano y el triatlonista extremo Santiago Gutiérrez.

Elizabeth se mantiene practicando con Francisco Tirado, su esposo e instructor, quien confía en la respuesta de su pareja en natación, ciclismo y carrera a pie, tanto en resistencia como en velocidad.

Julio Ramírez, presidente de la Federación Ecuatoriana de Triatlón, destacó que el sexto lugar de Elizabeth en la Copa Mundial de Yucatán no solo le significó ser la mejor latinoamericana de la contienda, sino que también le permitió mejorar 20 puestos en el ranking global, en el que ya está entre las 60 mejores.

Además, destacó el puesto 16 del ‘tricolor’ Armando Matute, quien también avanzó en el escalafón, ahora está entre los 140 primeros ubicados. Considera que, de seguir así, 2018 será un gran año para los triatlonistas nacionales. (I)