Mañana cumplirá 27 años y tratará de celebrar en algún lugar del Aconcagua. La ecuatoriana Daniela Sandoval viajó a Argentina para tratar de imponer un nuevo récord mundial femenino de speed climbing por la ruta habitual de la montaña más alta de América.

Los 6.962 metros del Aconcagua serán su primera experiencia en el velocismo de altura, modalidad en la que incursiona bajo la motivación de Nicolás Miranda, el mentalizador de Karl Egloff, quien desde 2014 a la actualidad suma las marcas globales del Kilimanjaro, el Acongacua y el Elbrús.

“Somos parte del equipo Ecuador más cerca del Sol, Daniela ha demostrado tener las condiciones para poner un nuevo crono en mujeres”, dijo Karl Egloff durante la premiación a los mejores deportistas extremos de 2017.

La quiteña descubrió su aptitud para el trote en ascenso-descenso hace un año, cuando acompañó a Miranda  al nevado Cayambe y, sin aclimatación, llegó a los 5.790 metros de la cima sin presentar mayor desgaste.

Nicolás vio entonces que Daniela tenía la capacidad de hacer speed climbing y la invitó a probarse en esta variante del montañismo.

Ella aceptó y casi todas sus participaciones deportivas en 2017 se hicieron en función de alistarse para trepar al Aconcagua.

La joven comenzó a trazar su camino en los desafíos extremos hace cuatro años, cuando entró de lleno en las ultramaratones, donde ha probado sus grandes condiciones para las bregas de resistencia; ahora desea demostrar su talante en los retos que vinculan rapidez.

Los logros más importantes a nivel de trail running son su primer lugar en La Misión (Argentina) en 2016, el segundo lugar en la Petzl de Baños (Ecuador) y el primer puesto en Las Torres del Paine (Chile), estas dos últimas en 2017.

“Todas estas carreras tuvieron 80 kilómetros de recorrido. El Aconcagua en ida y vuelta será de 62 kilómetros, pero yo creo que me tomará el tiempo que me demandó La Misión (19 horas), tendrá una dificultad técnica semejante a la de Petzl y el frío de las Torres del Paine”. 

La preparación fue intensa en las últimas semanas, en las que conquistó las cumbres del Chimborazo (6.263,47 metros) y del Cotopaxi (5.897 metros) y estuvo a pocos metros del pináculo en el Antisana. (5.704 metros); no llegó debido a una tormenta eléctrica.

En el Antisana avanzó a más de 5.100 metros, llegando a ese punto en poco menos de tres horas; una persona a ritmo normal se toma seis. Aquello la convenció de que la planificación realizada es la correcta. En el Aconcagua el récord mundial femenil es de 22 horas con 52 minutos (22h52m), tiempo que registró la brasileña Fernanda Maciel el 21 de febrero de 2016.

La empresa no es fácil, soportar temperaturas de entre menos 15 y 20 grados bajo cero y un descenso que exige mucha concentración son solo dos de los obstáculos que presenta el proyecto. Maciel consiguió su cometido en la tercera oportunidad.

Sandoval, de 1,55 metros y 46 kilos de peso, programa primero hacer cumbre el 22 o 23 de este mes, y dos días después buscará la marca planetaria, que ella calcula será de 18 a 19 horas. “La diferencia es que en el trail debo ganar a otras, en el speed climbing a mí misma”.

En Argentina la espera Nicolás Miranda, que la semana pasada intentó con Karl Egloff el récord mundial de escalada en velocidad por la pared sur del Aconcagua, pero, de acuerdo al portal de internet desnivel.com, no lo consiguieron en razón de las pésimas condiciones meteorológicas. Harán otros intentos.

La marca todavía le pertenece al francés Bruno Sourzac, quien en 2002 superó la senda en 22 horas sin haberla equipado previamente. La pared sur es la más peligrosa de ese macizo; mezcla roca y hielo, con riesgo de aludes. Varios montañistas han perdido la vida en el sector. (I)