A partir de las 11:15, cuando la jornada en los sembríos de arroz culmina -va de 07:00 a 11:00-, el recinto Cabuyal, antes llamado ‘Los Callejones’, deja de ser un pueblo fantasma.

Con machete en mano, opacos pantalones de tela, camisas mangas largas y sus cabezas cubiertas con anchos sombreros, los campesinos llegan a sus hogares para sacarse el lodo, bañarse, y salir a conversar con sus vecinos.

Cabuyal es el recinto más antiguo de Santa Lucía, provincia del Guayas. En el sitio viven 158 hombres, 159 mujeres, 73 niños y 52 niñas. Hay 125 casas y 135 familias.

En 1910 fue poblado por 4 familias, las cuales le pusieron el nombre de ‘Los Callejones’, ya que su calle principal, parecida a un callejón, conducía desde la entrada del recinto hasta la orilla del río Pula.

El 30 de octubre de 1985 obtuvo vida jurídica con el nombre de Cabuyal. Este nuevo nombre se adoptó una  vez que el pueblo creció debido a la cantidad de matas de cabuya sembradas, con las cuales se elaboraban artesanías y tejidos.

Al momento no queda ni una planta de cabuya en la zona, la cual está rodeada de árboles frondosos que sirven para sostener las hamacas que son colocadas en troncos por los habitantes.

Los apellidos Díaz, Aguilera, Franco, Avilés y Bajaña son los más comunes en la zona.

Desde 1998 ya empezaron a tener un sistema de agua entubada, aceras y bordillos, escuelas, colegios y servicios básicos. En el sector hay una iglesia Católica, donde a lo mucho se celebran 3 misas al año.

El recinto más antiguo de Santa Lucía tuvo hasta 2002 un puerto fluvial -actualmente está el malecón-, donde  desembarcaban las canoas de comunidades aledañas como Junquillal, Perla Peña, estero del Lagarto, Los Amarillos, La Isla, entre otros, a través del río Pula.

Era el paso de las balsas llevando cañas guadua, que se vendían en otros puertos. Además lanchas que compraban arroz y viajaban desde el cantón Vinces hasta Guayaquil.

Los antepasados del lugar se movilizaban a lomo de mula y hoy el 60% en motos. Sus habitantes cuentan que antes solo había caminos de herradura por los que debían recorrer varios minutos para ir en busca de alimentos al cantón Santa Lucía.

El problema de movilización se agudizaba cuando había un difunto, ya que tenían que amarrar el ataúd a dos cañas para llevarlo entre 2 personas, exclusivamente, por el poco espacio que había. Ahora el ingreso a la zona tiene un amplio camino lastrado de 11 kilómetros, que lleva hasta la cabecera cantonal.       

Con las desembocaduras que abrieron para hacer los canales de riego para abastecer de agua los cultivos de arroz la parte pesquera de la zona está desapareciendo.  

Antes lo mejor del pescado de agua dulce salía de Cabuyal, por ejemplo había especies como el bocachico, tilapia, bio, raspabalsa, vieja, entre otros. Ahora la población se dedica y vive netamente del cultivo de arroz.

Hay zonas secas del recinto que están esperando que entre en funcionamiento el proyecto Trasvase Daule-Vinces (Dauvin) y así poder cosechar tres veces al año, no solo en invierno.

La actividad en Cabuyal empieza desde las 6:00; antes de ir a los sembríos los jornaleros  se sirven un ‘reforzado’, el cual está formado de un plato lleno de arroz, bistec de carne de res, patacones y un vaso de jugo natural.

A las 11:00 terminan sus tareas por las cuales reciben $ 7 diarios, luego se reúnen con los vecinos hasta la hora del segundo ‘reforzado’ (12:00), que consiste normalmente en una sopa de queso o de pescado con un seco de pollo. En la tarde las calles del pueblo nuevamente lucen vacías.

Los jornaleros cuentan que luego del almuerzo se acuestan a dormir en sus hamacas hasta aproximadamente las 18:00, para luego tomarse algo ligero y ver la televisión.

Internet y la televisión pagada (por cable) llegaron hace 5 años y con ellas el estilo de vida de los pobladores cambió. Antes a más tardar a las 20:00 ya todos estaban durmiendo, pero ahora alargan la noche hasta las 24:00.

Cuando no están en clases, los más jóvenes se dedican a ver la televisión, entretenerse con las consolas de juegos y revisar información en las computadoras. (I)