Con un sentido discurso el presidente de Ecuador, Rafael Correa, participó de la ceremonia póstuma en homenaje a Fidel Castro, en la Plaza de la Revolución, en La Habana.

El mandatario ecuatoriano inició su discurso resaltando el legado que deja Castro no solo al pueblo cubano sino a toda América Latina, contribuyendo además con ideales de progreso y cambios.

“Pueblos de nuestra América, Fidel ha muerto, murió invicto, solo el inexorable paso de los años lo pudo derrotar”, sostuvo Correa. Agregó que “murió haciendo honor de su nombre, Fidel digno de fe, la fe que puso en él su pueblo, la Patria Grande”.

En su discurso, Correa resaltó que, a pesar de las restricciones que sufrió Cuba, Fidel consiguió ser la única nación con desnutrición cero, entre otros logros. 

Evaluar el éxito o el fracaso del modelo económico de Cuba haciendo abstracción del criminal bloqueo que le impone Estados Unidos hace más de medio siglo es pura hipocresía, señaló, y recordó que Cuba sufre una verdadera guerra desde ese país.

No obstante, aseguró, Fidel y su Revolución han trascendido en el espacio y lo harán en el tiempo. Tras recordar el Concepto de Revolución enunciado por ese líder cubano, afirmó que gracias a sus esfuerzos el mundo aprendió a creer en el hombre nuevo latinoamericano, capaz de luchar para construir un mundo de justicia y paz.

Correa llegó a Cuba junto al ministro de Defensa, Ricardo Patiño la ministra coordinadora de la Política, Paola Pabón; el ministro de Cultura, Raúl Vallejo, la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, en otros funcionarios. (I)