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El Telégrafo
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El ensayo contiene más de 1.600 referencias

Un exmilitar español acusa al Ejército

La Sala de lo Militar del Supremo admite el recurso del exteniente Luis Gonzalo Segura, pero no dice nada de la cuestión prejudicial.
La Sala de lo Militar del Supremo admite el recurso del exteniente Luis Gonzalo Segura, pero no dice nada de la cuestión prejudicial.
Foto: Confilegal.com
10 de noviembre de 2017 - 00:00 - Gorka Castillo. Corresponsal en Madrid

El ex teniente del Ejército español Luis Gonzalo Segura no se muerde la lengua. Tras ganarse la expulsión de las Fuerzas Armadas por publicar tres libros donde novela de manera detallada algunas de las aberraciones que practican los militares de manera habitual, escribe artículos semanales en la página digital del diario Público que desde hace tiempo se han convertido en un látigo para el Estado Mayor del Ejército.

En esta ocasión, el ex teniente Segura acusa al ex ministro de Defensa español y actual embajador en Washington, Pedro Morenés, de “tener las manos manchadas con sangre” por dos accidentes de helicóptero en el que murieron cinco militares ocurridos en 2014 y 2015. Una imputación que hace extensible el actual jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), el general Javier Salto, y al general de Brigada, Julián Roldán. A todos ellos les considera responsables de aquellas tragedias.

Sus incendiarios artículos son sólo la punta de un gran iceberg cuyos entresijos desvela con todo lujo de detalles en un libro que acaba de publicar, un ensayo con más de 1.600 referencias que supuestamente desnuda a la cúpula militar española cuyos patrones de patrones de comportamiento que dejan mucho que desear. Tal es la carga de las acusaciones que la actual ministra de defensa, María Dolores de Cospedal, interpuso una querella contra Segura por injurias sostenidas contra el Ejército y que sirvió para que el martes fuera citado por los tribunales. En conversación con El Telégrafo, el ex teniente se ratificó ante el juez instructor de las acusaciones vertidas contra Morenés, Salto y Roldán e insistió en que la denuncia presentada por la ministra contra él “trata de forzar mi silencio como han hecho con los jueces en todas las denuncias que he presentado”.

Según hizo constar, cuenta con pruebas irrefutables que los siniestros de dos helicópteros de la clase “Super Puma” ocurridos en 2014 y 2015 en aguas del Océano Atlántico, cerca de la base aérea de las Islas Canarias, pudieron haber sido evitados. “Ambos aparatos eran chatarra, con más de cuarenta años de servicio y que no deberían haber estado operativos cuando sucedieron los accidentes”, dice. Para corroborarlo cuenta con la aportación de tres testimonios. Uno es el de un piloto de la base que asegura que los helicópteros se encontraban en tan mal estado que nadie quería volar en ellos. El segundo recoge la minuciosa investigación realizada por el padre de uno de los militares fallecidos donde se confirma el estado “ruinoso” de los aparatos. Finalmente, Segura recopila las diferentes versiones de testigos directos como “militares no oficiales y servicios civiles de salvamento”, que coinciden al asegurar que aquellos helicópteros “estaban obsoletos” y que si se seguían volando era “porque pertenecían al Ejército. En la aviación civil, hubiera sido impensable”.  

El teniente Luis Gonzalo Segura fue expulsado de las Fuerzas Armadas españolas en 2015 por cometer, según el dictamen definitivo del tribunal, “actos contrarios a la disciplina y subordinación debida a los superiores”. Aunque no figura en el auto judicial, el ex militar asegura que su expulsión fue debida a los innumerables artículos publicados denunciando la “corrupción, abusos, acosos y privilegios anacrónicos” de los que fue testigo durante sus 13 años en el Ejército, especialmente desde la llegada al poder del Partido Popular (PP). Ante esta nueva avalancha de acusaciones, al ministerio de Defensa no le ha quedado otra opción que querellarse contra él “por injurias”.
Segura, que utiliza adjetivos durísimos contra el ex ministro Pedro Morenés, le imputa también ser el responsable directo de la venta de bombas a otros países que sirvieron “para despedazar niños y niñas”.

En el nuevo libro que acaba de presentar, “El libro negro del Ejército español”, un ensayo demoledor donde desvela con nombres y apellidos abusos desalmados en las Fuerzas Armadas, el autor pretende demostrar “el comportamiento sectario que caracteriza a unos mandos más preocupados por sus carreras que por sus obligaciones humanas y militares”. Ahora se encuentra a la espera de la decisión final sobre el caso que tome el juez instructor que el martes escuchó su declaración. (I)

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