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El Telégrafo
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El gobierno busca un pacto con otro grupo Armado, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que aún opera en el país

Un camino de cuatro años para alcanzar la paz

El 67,5 % de colombianos está a favor de refrendar los acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno y las FARC, mientras el 32,5 % los rechaza, según sondeos recientes.
El 67,5 % de colombianos está a favor de refrendar los acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno y las FARC, mientras el 32,5 % los rechaza, según sondeos recientes.
Foto: AFP
25 de agosto de 2016 - 00:00 - Agencias y redacción

La firma de la paz entre el Gobierno colombiano y el grupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) será  en septiembre y el plebiscito para que el acuerdo sea refrendado o rechazado, en octubre.           

Esto se desprende de declaraciones del senador Roy Barreras, quien hace meses forma parte del equipo negociador del Gobierno en La Habana.

El delegado precisó que la firma del acuerdo de paz ocurrirá dentro de tres semanas y que el plebiscito será a comienzos de octubre.  

El politólogo Ariel Ávila, directivo de la Fundación Paz y Reconciliación, que asesoró a la mesa de negociaciones, también dijo que la firma del acuerdo sería hacia la tercera semana de septiembre.

Negociadores del proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC tenían previsto anunciar la noche de ayer oficialmente el cierre exitoso de las conversaciones.

De esta manera, el gobierno del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y las FARC dieron a conocer, en La Habana, el detalle de los acuerdos con los que buscan  terminar una guerra que inició hace 52 años.  

Las delegaciones negociadoras “no hemos dormido, pero valió la pena”, aseguró a la emisora Caracol Radio el senador Barreras desde La Habana, sede de las negociaciones.

La noche del martes, funcionarios del gobierno aseguraron que las partes estaban a las puertas del cierre de la negociación que se inició en noviembre de 2012 en la capital cubana “y por lo tanto de tener el acuerdo final y definitivo”.

El gobierno y las FARC acordaron alternativas para resolver los problemas de pobreza y desigualdad en el campo, profundizar la democracia y encontrar soluciones al problema de las drogas ilícitas.

También se establecieron a inicios de mes los mecanismos de monitoreo para el fin de las hostilidades que correrán a cargo de las Naciones Unidas y grupos de observadores internacionales y el funcionamiento de 23 zonas y 8 campamentos en los cuales se reubicarán de manera transitoria los guerrilleros mientras se realiza el proceso de abandono de las armas.

Asimismo se estableció que la recolección y almacenamiento del armamento en poder de las FARC se desarrollará en 3 fases a los 90, 120 y 150 días de la firma de la paz.

El martes y ayer, en las redes sociales circularon fotografías de las delegaciones en La Habana poniendo a punto el acuerdo final. La imagen fue difundida por el equipo de paz del gobierno, que la acompañó con la frase “se acerca el día... Vamos camino a la paz”.

En tanto, el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño o ‘Timochenko’, escribió en su cuenta de Twitter que el martes por la noche los negociadores “acaban de terminar una nueva jornada. Se sigue trabajando intensamente en función del acuerdo final”.

El gobierno de Santos necesita que se concluya formalmente la negociación para preparar la convocatoria del plebiscito. Aunque la coalición gobernante de centro-derecha ya impulsa una campaña para que los colombianos refrenden los acuerdos en el plebiscito, con el respaldo de la oposición de izquierda y partidos independientes. A su vez, el partido de derecha radical Centro Democrático, que dirige el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, pide que los acuerdos sean rechazados.   

Si se formaliza el acuerdo final se extinguirá el último gran movimiento armado de América Latina.

Sin embargo, en el país queda operando el Ejército de Liberación Nacional (ELN), aunque el gobierno de Santos también busca negociar la paz con ese grupo rebelde.

Los diálogos con este grupo insurgente posiblemente se desarrollen en la capital ecuatoriana, Quito, en una fecha aún por definir. (I)

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