Tras  una intensa jornada de foros y reuniones bilaterales, la VI Cumbre de las Américas empieza hoy en Cartagena de Indias (Colombia) con la presencia de la mayoría de mandatarios del continente, a excepción  del presidente de Ecuador, Rafael Correa, en protesta por la exclusión de Cuba a la cita.

Con temas de fondo como seguridad, democracia, derechos humanos y comercio, y otros puntos que se debatirán ligeramente, como las drogas, Cuba y las Malvinas, especialistas en relaciones internacionales no esperan un gran resultado del foro hemisférico que concluirá mañana.

El analista de la Universidad Nacional de Bogotá, Bernardo Ramírez, señala a El Telégrafo que quienes esperan que Cuba o la disputa entre Reino Unido y Argentina por las islas Malvinas sean el centro de atracción de la Cumbre, se verán decepcionados. “Mientras esté presente Estados Unidos en este tipo de reuniones nada de lo que hagan los otros países será representativo y por ello con razón muchos países ponen en tela de juicio la celebración de estas reuniones que no dejan sino la foto oficial para los periódicos”, añade.

Precisamente en un comunicado, la Casa Blanca informó que el presidente Barack Obama permanecerá dos días y que los principales temas que expondrá en la reunión continental serán los riesgos que actualmente tiene la democracia, los derechos humanos y, sobre todo, el documento destacó que  se deben estrechar más los lazos comerciales entre Estados Unidos  y el Sur, “muestra de ello es el incremento en 40 mil millones de dólares en las exportaciones durante el último año”.

El tema de Cuba y su presencia en este foro hemisférico no tendrá tampoco el trasfondo que algunos países quisieran como es el caso de Venezuela, Ecuador y Bolivia, principalmente, así lo perciben algunos internacionalistas consultados.

El catedrático de la Universidad de la Salle, Reinaldo Vargas, analiza  que la no presencia de Cuba deja mucho que desear en la Cumbre porque la isla forma parte importante del continente.  “Si se habla de democracia, hay muchos países que forman parte de la OEA (Organización de Estados Americanos) que no se distinguen precisamente por seguir una carta democrática, pero el bloqueo a que está sometida Cuba y los cambios que se están presentando políticamente sugieren que las demás naciones deben mirar con otros ojos”, agrega el analista.

Para los expertos, temas como la seguridad y el narcotráfico son importantes para que en la Cumbre se tomen posturas, pero sobre todo se cambie de discurso y tratamiento.

Bernardo Ramírez opina que la seguridad entre los distintos países pasa siempre por lo que diga Estados Unidos, que todavía aplica el discurso del terrorismo por igual en todas partes, sin tener en cuenta las condiciones propias de cada país. “Más que de seguridad lo que se implantan son normas policiales, como la entrada o salida de personas, intercambio de información y antecedentes, pero no se proponen políticas, como agilización en las aduanas”, enfatiza el profesor de Política.

Sobre el problema del narcotráfico de la región, algunas naciones como Guatemala, cuyo presidente Otto Pérez ha pedido que se analice la posibilidad de medidas como la despenalización de algunas drogas ilegales, quisieran que sea uno de los puntos centrales en los debates.

En una entrevista publicada  ayer por el Grupo de Diarios América, Barack Obama, quien llegó ayer a Cartagena,  reafirma su posición contraria a la despenalización de las drogas, además de resaltar que Cuba no mostró interés en cambiar la relación con su gobierno. “Legalizar o despenalizar las drogas no eliminaría el peligro que plantea el crimen organizado transnacional”, subraya Obama.

Para Colombia, el asunto es de importancia ya que el presidente Juan Manuel Santos ha propuesto que se abra el debate para estudiar la legalización del uso de drogas.

El anfitrión de la Cumbre advirtió, sin embargo, que si bien el tema del replanteamiento de la estrategia de la lucha contra el narcotráfico es un clamor de la inmensa mayoría de los países miembros, no debe acaparar la agenda de la reunión. “La droga no es el tema principal. Se va a discutir, pero no es el tema principal”, resalta. Santos espera que lo mínimo que salga es un punto de partida para un diálogo más extenso, pues recuerda que llevan más de 40 años hablando de narcotráfico y hasta ahora no se ha avanzado en su erradicación.

La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, asegura, por su parte, que en el foro nacerá un grupo de países que se encargará de reformular la lucha contra las drogas en el hemisferio. “Será el punto de partida para analizar con más profundidad el tema, porque no ha funcionado lo que hemos tenido (en la lucha antidrogas). La idea es que salga un grupo de trabajo que dé líneas de acción para lucha contra el tráfico de drogas”, puntualiza la diplomática.

Para Reinaldo Vargas, Estados Unidos sigue aplicando la política de la represión en los países que son productores de drogas ilícitas, como Colombia y Perú, pero se olvida que desde siempre han sido los principales consumidores.

“Esa política ha fracasado. Hay que mirar lo que está ocurriendo en México, donde la violencia por narcotráfico es constante. En Colombia, la gente se está cansando que se gasten  ingentes recursos que deberían ir para salud o vivienda y no en comprar armas para controlar algo que ya se salió de control”, resalta.

Según el ex vicecanciller colombiano, Camilo Reyes, sería interesante conocer los términos en que se hará el planteamiento del debate sobre el problema de la droga para enfrentar dos realidades: que la estrategia actual fracasó y que no se ha podido reducir la demanda.

Reyes considera que así  se podrá analizar la orientación que tome la discusión frente a las diferentes propuestas: no criminalizar, legalizar, regularizar y discriminar.  Además, cuáles son los parámetros para marcar estas diferencias y si la institucionalidad de nuestros países está en capacidad de incorporar un cambio de esta naturaleza.