El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió el lunes a un general que le apoyó durante el fallido golpe de Estado de julio de 2016, que acepte sin rencor su destitución al frente de las fuerzas especiales.

Los medios informaron el lunes que el general Aksakalli deseaba dimitir después de haber sido destituido de sus funciones de jefe de las fuerzas especiales, para ser asignado a un cuerpo menos prestigioso.

"En el ejército, no existe el concepto de la decepción", declaró Erdogan durante una conferencia de prensa antes de viajar a Jordania para una visita diplomática. "Cualquiera que sea el puesto que se le asigne, el soldado va y cumple su deber".

El diario Hürriyet informó el lunes que diez generales, entre ellos Zekai Aksakalli, amenazaron con dejar el ejército tras el anuncio de una reorganización en el cuerpo.

Aunque no se han explicado las razones de manera oficial, Hürriyet indica que el general Aksakalli fue destituido debido a una "molestia" por su presencia demasiado mediática durante la operación en Siria, pero también por una intención de reemplazarlo por alguien más joven.

Zekai Aksakalli dirigió la operación Escudo del Éufrates, lanzada por Turquía en Siria en agosto de 2016 para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y las milicias kurdas en el norte de Siria.

"La misión de Zekai Aksakalli en las fuerzas especiales se ha cumplido", continuó Erdogan, precisando que la decisión la tomó el 2 de agosto el Consejo Militar Supremo (YAS).

El general Aksakalli fue ascendido a general del cuerpo del ejército el verano pasado, como agradecimiento por su papel para frustrar el intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016.

Esta decisión se produce después de que los jefes de las Fuerzas Armadas hayan sido remplazados durante la reunión del YAS del 2 de agosto. (I)