Importante para algunos y criticada por otros, este viernes 12 de febrero inicia la visita a México del máximo jerarca de la Iglesia Católica, el papa Francisco. Y llega al país en tiempos de conflictos económicos, políticos y de derechos humanos.

Jorge Mario Bergoglio arribará al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a las 19:30 horas. Desde allí recorrerá 19 kilómetros en coche descubierto hacia la Nunciatura Apostólica. La agenda pública iniciará recién mañana y se extenderá hasta el miércoles 17.

El Papa visita un México sumido en problemas que se acumulan sin resolución: pobreza creciente, que en el actual gobierno alcanza el 46% de la población total; devaluación de la moneda local; dificultades económicas como consecuencia de la caída en los precios internacionales del petróleo; escándalos de corrupción que implican al círculo más cercano del presidente Enrique Peña Nieto; y una crisis en materia de derechos humanos, con  miles de personas desaparecidas en años recientes.

En tal contexto, mientras una parte de la población se alista para asistir a las multitudinarias misas, otros denuncian que la presencia de Francisco actuará como distractor de los problemas acuciantes. También cuestionan que se destinen fondos públicos para financiar las actividades pese a ser México un país laico, según dispone la Constitución.

De acuerdo con el periódico Reforma, el paso por Morelia, estado de Michoacán, implicaría cerca de $ 16 millones solo en gastos de publicidad y logística. Ese dato se negó a corroborar el secretario general de Gobierno en el Estado, Adrián López, quien solo dijo que el dinero destinado “es parte de una reserva que siempre se utiliza para resolver contingencias de esta naturaleza”.

El diario El Mexicano estima que las 9 horas con 15 minutos que el jerarca católico permanecerá en la norteña Ciudad Juárez costarán al erario público cerca de $ 1,1 millones, es decir $ 1.900 por minuto; y el periódico Milenio refiere que el Gobierno de Chiapas destinó al menos $ 5,3 millones a las misas. Para contrarrestar las críticas, la Conferencia del Episcopado Mexicano aseguró que el millonario Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo y oriundo de México, financiará la visita papal.

En medio de los últimos preparativos, el periodista Jenaro Villamil, de la revista Proceso, y el portal Aristegui Noticias publicaron detalles de un escándalo que involucran al Pontífice. En su investigación, el reportero muestra que hubo irregularidades en el proceso que terminó con la anulación del primer matrimonio de Angélica Rivera para permitir que luego contrajera nupcias por la iglesia con el presidente Peña Nieto. Según los documentos exhibidos, la Arquidiócesis validó indebidamente la anulación matrimonial castigando injustamente al sacerdote José Luis Salinas Aranda, quien después informó al papa Francisco por medio de una carta que entregó el nuncio apostólico. El jerarca católico estaría al tanto de las irregularidades pero no habría actuado para subsanarlas ni para remediar la falta de justicia hacia el sacerdote, a quien no han devuelto al cargo anterior.

Violencia inocultable

En su visita de 6 días a México, Jorge Bergoglio estará presente en diversos puntos del país. El sábado permanecerá en la capital, donde se reunirá con el presidente, obispos y ofrecerá una misa en la Basílica de Guadalupe. El domingo oficiará otra eucaristía en Ecatepec, en el colindante Estado de México. El lunes estará en Chiapas, el martes en Michoacán y el miércoles en Chihuahua.

La agenda del Pontífice incluye algunos de los sitios más conflictivos del país, tanto en lo político como en lo relativo a la actualidad de la Iglesia Católica. En el sureño estado de Chiapas no solo topará con el irresuelto conflicto político que mantiene en armas desde 1995 a los integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), también enfrentará la pérdida de popularidad del catolicismo.

La Iglesia Católica “no tiene la hegemonía en Chiapas”, asegura la reportera Flor Goche del portal Desinformémonos. “El 60% de los indígenas, que representan más del 50% del total de la población y que habitan en más del 70% del territorio, no es católico. Muchos son evangélicos. Es ‘una avanzada apabullante’,  considera el antropólogo experto en Chiapas, Arturo Lomelí González. Es evangelista, incluso, Marco Antonio Cancino, presidente municipal de San Cristóbal de las Casas”.

En las otras tres provincias que visitará Francisco -Estado de México, Michoacán y Chihuahua-, la inseguridad y la violencia asociada al narcotráfico son realidades inocultables. Ecatepec, donde se prevé oficie una misa multitudinaria a alrededor de dos millones de personas, es actualmente la entidad más violenta del país, de acuerdo con datos oficiales de homicidios, secuestros y extorsión. Un territorio con alto índice de pobreza, asolado por el crimen organizado con presencia de varios cárteles.

Michoacán, otro destino en su salida al interior del país, es la provincia donde las autoridades comenzaron a aplicar la llamada ‘Guerra contra el narcotráfico’, en 2007, pero aún no han logrado erradicar la violencia. Ciudad Juárez, última ciudad mexicana que visitará el papa Francisco antes de continuar a Estados Unidos, es tristemente célebre por ser el primer lugar en donde se registraron casos de femicidio, es decir torturas y asesinatos de mujeres con violencia; crímenes que son pasado y presente porque siguen ocurriendo entre la impunidad y el olvido estatal. Después, en  2010, fue considerada la ciudad más peligrosa del mundo y aunque los datos de homicidios disminuyeron, su empobrecida población no ha podido salir de la espiral de la violencia.

En su visita, Bergoglio encontrará una realidad lacerante de heridas abiertas: no solo faltan 43 estudiantes de Ayotzinapa, el caso reciente de difusión mundial, según datos oficiales al menos 10.836 personas desaparecieron en los tres primeros años de la presidencia de Enrique Peña Nieto y desde 2006 se encontraron al menos 201 fosas clandestinas, de las cuales solo el 18% de los restos se   identificó, en datos de la Procuraduría General de la República.

Aunque antes de su arribo mencionó que el país “vive su pedacito de guerra”, organizaciones no gubernamentales y grupos de familiares de víctimas le exigen un pronunciamiento más contundente. Muchos quieren exponer su situación de primera mano pero no todos podrán hacerlo: el Vaticano negó la solicitud de reunión a los padres y madres de los normalistas de Ayotzinapa bajo argumento de que “hay muchas personas que han sufrido esta tragedia, hay muchos colectivos. El Papa hubiera querido recibir a todos pero no podría privilegiar a un grupo”, dijo el obispo Eugenio Lira Rugarcía, coordinador de la visita apostólica.

Cuando faltaban apenas horas para que llegara Francisco fue asesinada otra periodista. Se trata de Anabel Flores Salazar, reportera de fuente policial en el estado de Veracruz, quien la madrugada del lunes fue secuestrada de su hogar por un comando de hombres que vestían ropa militar y portaban armas largas.

El cuerpo de la periodista, madre de dos hijos, fue encontrado un día después, maniatado y con signos de tortura, junto a una carretera del vecino estado de Puebla.
Con ella, suman 17 los comunicadores veracruzanos asesinados desde que Javier Duarte es gobernador de ese estado, el más peligroso para la prensa mexicana. (I)

El Papa y Kirill se encuentran hoy en La Habana

El patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa Kirill partió ayer de Moscú con destino a Cuba, donde hoy se reunirá con el papa Francisco para un encuentro histórico entre los líderes de las dos mayores confesiones cristianas.

La reunión en La Habana será la primera entre un patriarca de Moscú y un pontífice desde el cisma entre las iglesias de Oriente y Occidente en 1054.

La televisión rusa mostró imágenes del patriarca Kirill recorriendo una alfombra roja hasta subir a bordo de un avión gubernamental en el aeropuerto Vnúkovo, de Moscú, bajo la mirada de otros representantes de la Iglesia rusa.

“Será un viaje largo y difícil”, dijo Kirill antes de iniciar un periplo de 11 días por América Latina. “Requiere fuerza física y espiritual”, agregó.

El desplazamiento de Kirill coincide con el viaje del Pontífice a México, y ambos decidieron aprovechar la ocasión para encontrarse en un terreno neutro, en Cuba, donde serán acogidos por el presidente Raúl Castro.

El encuentro, “preparado hace tiempo”, comenzará con una entrevista de dos horas y “concluirá con la firma de una declaración común”, según un comunicado conjunto de las dos iglesias.

“Puedo garantizarles un 100% que será un encuentro entre dos jefes de iglesias y no tiene nada que ver con la política”, declaró a los periodistas el padre Alexander Volkov, portavoz del patriarca ruso. (I)