Internet está cambiando la forma en que las personas ven televisión de a poco, pero consistentemente. A pesar de que existen opciones para grabar programas y verlos al momento que se desee, no basta. Los usuarios quieren ver televisión de acuerdo al tiempo que tienen, sin depender del canal que transmite una producción para continuar con la historia de su serie favorita. Los televidentes de hoy no quieren ajustarse a la decisión de los productores del canal al momento de considerar lo suficientemente ‘vendible’ una serie como para estar en su programación o ser parte del prime time –la hora en la que se supone más gente puede estar frente a una pantalla-.

Netflix, Amazon y el servicio público de radio, televisión e internet de Reino Unido BBC o el canal virtual YouTube han iniciado el cambio de época con plataformas en las que es posible ver series de televisión y películas “a la carta”. En Ecuador, el modelo se replica desde las operadoras de telefonía móvil. De las tres que existen en el mercado local dos iniciaron la apuesta por este tipo de programación durante 2014.

Por su parte la marca Claro, de la transnacional Conecel, ha abierto una plataforma con aplicación móvil en la que por una suscripción de ocho dólares al mes es posible ver varias películas comerciales y series de televisión, que son, en su mayoría, aquellas que han generado aceptación a nivel internacional.

Sin embargo, la apuesta de la operadora local CNT es un tanto más arriesgada. Esta ha incorporado al mercado el servicio de entretenimiento CNT Play desde abril. El acceso al sitio es gratuito.

A diferencia de las plataformas comentadas, CNTPlay está basado en sistema de video streaming –o en línea–. Por el momento, solo es posible acceder desde una computadora, sin embargo, la operadora ecuatoriana está trabajando en una aplicación que permita dinamizar el servicio, por lo cual actualmente solo es posible acceder vía internet.

Según comenta Alexander Gómez, gerente de mercadeo de CNT, este servicio busca ser esa ventana para que la producción nacional de alta calidad pueda mostrarse y llegar a mayor cantidad de usuarios.

CNT busca y recibe propuestas de distintas productoras y cineastas de programas, películas, series y documentales; se realiza una evaluación de las mismas en base a estudios de mercado -que de alguna forma definen la aceptación- y después de las negociaciones pertinentes se cierran acuerdos como las cláusulas de los derechos de contenidos a contratar.

La forma en la que la empresa obtiene y negocia estos derechos es similar a la que trabaja Netflix:asociándose a proveedores de contenido para obtener licencias. Según constata Gómez, estos derechos son exclusivos para CNT, en todos los sistemas de audio y video de la empresa.

Al momento la plataforma cuenta con 40 películas ecuatorianas y documentales, así como  230 títulos de series. Entre estos se encuentra ‘Solteros sin compromiso’, programa humorístico que se emitió en TC Televisión entre 2001 y 2007. Este año volvió a producirse con una apuesta de inversión de Brahma TV en Youtube. Finalmente, la serie cerró el 2014 con la transmisión de su décima temporada en CNT Play.

Entre las películas ecuatorianas que albergan esta plataforma están desde las más icónicas del quehacer cinematográfico local como Entre Marx y una mujer desnuda, y La Tigra, de Camilo Luzuriaga, o Ratas, ratones y rateros, de Sebastián Cordero, hasta producciones que no han tenido estreno en salas comerciales del país, como Café Victoria, de David Grijalva, o Abuelos, de Carla Valencia.

Los 18.000 usuarios que registra la plataforma determinan entre las producciones con mayor número de reproducciones las películas nacionales y hasta el momento las series ‘Aventura Paraíso’ y ‘El hombre que encantaba a las mujeres’. La expectativa, según la empresa, es que ‘Solteros sin compromiso’ permita crecer el número de usuarios y se integre a la lista de las opciones más vistas.

Para Micaela Soto, usuaria de CNT Play, desde que está en línea esta plataforma permite una aproximación al trabajo de productoras nacionales y de películas que se hacen en el país y que a veces no es posible ver mientras están en cartelera. En las propuestas de televisión digital ya no hay un ente –como las televisoras- que apueste por programas que maximicen una audiencia.

Según dijo Roy Price, de Amazon Studios, a la BBC, con este formato es más fácil ver todos los capítulos de una serie, pues la programación la hace cada usuario “como le plazca porque es a la carta”. Esto significa, a juicio de Price, que cada capítulo no debe ser independiente, por lo que la forma de contar la historia y de producirla cambia.    

Hasta ahora la competencia que plantea la televisión en línea no deja claras muestras de destronar a su competidora tradicional, sin embargo, en el caso de la BBC, que funciona como una empresa pública de Reino Unido, sus productores están por iniciar una consulta para determinar si los televidentes están de acuerdo con una propuesta para que su programación deje de transmitirse por televisión y sea accesible únicamente por internet.

¿Se repetirá la tendencia a nivel mundial?

DATOS

La Televisión Social es el término que se le ha dado a la interactividad que manejan las plataformas digitales:comentar, calificar, opinar.

El Massachussetts Institute of Technology (MIT) calificó el fenómeno de la Televisión Social en 2010 como una de las diez tecnologías con mayor proyección. En ella ya no hay un espectador pasivo.

En abril de 2014, la red social Twitter anunció la compra de varias herramientas para medir las cifras de forma analítica sobre TV social y con ello trabajar con cadenas audiovisuales para mejorar experiencias.

Netflix, una de las empresas de televisión digital más conocida, empezó sus actividades en 1997. En ese entonces ofrecía alquiler de películas a domicilio. Actualmente tiene 50 millones de usuarios a nivel mundial.