Apenas aprendía a conducir cuando me dirigí al sur de la ciudad, en el hoy medio lejano 1996 para entrevistar a una mujer que conocía de toda la vida: ¿Sus características?... Alta, impresionante, con dos ojos cafés claros que venían debajo de unas cejas hiper tupidas y de un negro intenso.

Colombia Vallazza tan bella como la hija, solo que rubia, me abrió la puerta del departamento, no muy grande pero decorado con sutileza, elegancia, finura.

Carla Sala era mi escogida entrevistada para un semanario local. La bella protagonizaba ‘7 Lunas, 7 serpientes’ (de las pocas series de antología que se han hecho en Ecuador) y yo me había dirigido solo, armado de una grabadorita y de una cámara de fotos no muy grande ni costosa. Pero ya Chantal Fontainne me había provisto de varias fotos (slides) de la estrella.

Fernando Artieda, mi jefe de aquel entonces, había sido claro: Quiero la entrevista a Carla Sala, y mañana Barahona...

Carla se hizo esperar. Apareció al fin. Imponente. Nunca le dije que - años atrás- yo era de los chicos de la Illingworth que junto a los del Cristóbal Colón le decíamos cosas lindas cada vez que aparecía por el centro comercial Centro Sur, a la entrada del Barrio Centenario.

Pero Carla era (es) mucho más que eso. De la chiquilla estrella total de Danzas Jazz que luego fue tomada en cuenta por Ecuavisa para, sin ninguna previa, ser la animadora del concierto televisado de Wilfrido Vargas, dejando banqueada a la top de la televisora de aquel entonces, nada menos que a Priscila Arosemena ...ha corrido mucha agua bajo el puente.

La inolvidable portada de Vistazo, en donde a inicios de los 90 anunciaban a Carla con el sugestivo título de ‘Nace una estrella’, fue solo el pregón para lo que vendría después, cual cascada de éxitos interminables: Como ser la Latin Model del Ecuador (la primera), también la primera estrella ecuatoriana (¿la única?) en protagonizar un laureado video internacional (el de Maná )... Aquella exclusiva que ella logró entrevistando al mexicano Juan Gabriel, quien llegando al Ecuador y en la cima de su fama absoluta se negó a hablar con los medios, pero en cambio ante Carla se desvaneció y la entrevista se reprodujo en todos lados... no olvidemos su papel de villana en Ángel o Demonio (la única telenovela nacional vendida a otros países), y... sería largo enumerar. La primera en hacer un calendario de lujo full sensual, también.

Por eso creo que Carla estaba desperdiciada en un programa de la noche de crónica roja, ella es más que eso, mucho más, y me alegré sobremanera cuando me enteré y di la exclusiva para la TV de que era la escogida para protagonizar un espacio que también fue mío, y del que tengo gratos recuerdos: “ Vamos con Todo” de RTS.

Carla Sala Vallazza tiene el criterio, las manos limpias (tan necesario), la experiencia, el sharm, la autoridad, la estatura intelectual y el tranning escénico para opinar sobre tal o cual situación del mundo del espectáculo. Y tiene la dosis de altura moral para saber que no debe ni tiene que referirse mal de otros, solo para destacar.

Por eso es, sin duda, un gran acierto de la producción de RTS haberla contratado para su espacio de información farandulera.

Ella viste de gala el género, todos salimos ganando, enhorabuena a una de las pocas primeras figuras femeninas que tiene la TV nacional ...me atrevería a decir que la única....

Respondida la interrogante que da título a esta columna que es más suya que mía...