Luego de tener la nueva cédula de identidad en sus manos, vino el abrazo de su madre Rosa Mireya Cárdenas. Y después, el grito de los familiares que al unísono exclamaron: "Fausto Basantes vive".

Fausto Eloy Basantes Cárdenas recuperó esta mañana su identidad, luego que durante 29 años tuvo que mantener el nombre de sus tíos paternos (Wilson Basantes y Concepción Moreno) como sus padres en su cédula de identidad, para evitar las persecuciones a las que sus papás verdaderos (Rosa Mireya Cárdenas y Fausto Basantes) fueron víctimas durante el gobierno del expresidente León Febres-Cordero. El joven no dejó de mostrar su nueva cédula. Mientras lo hacía no dejaba de sonreír.

Para él "fue un logro" que, según su madre, Rosa Mireya Cárdenas, buscaron implantar en el gobierno de Rodrigo Borja Cevallos, pero que no se concretó en aquella época por constantes trabas. Recuerda que le solicitaron una prueba de ADN de Fausto Basantes, que falleció en 1985, cuando Eloy tenía un mes de nacido.

"Hoy, por decisión política se concretó y estamos agradecidos con el gobierno", dijo Cárdenas, quien señaló que jamás se separó de su hijo, quien afrontó durante estos 29 años diferentes identidades. Fue inscrito como Fausto Eloy Basantes Moreno, por parte de sus tíos Wilson Basantes y Concepción Moreno, así como Juan Carlos Dávila, para poder salir del país y reencontrarse con su madre en Nicaragua, en donde tuvo que huir para evitar ser ejecutada. Ese nombre adoptó hasta los 3 años.

Ahora, Eloy Basantes Cárdenas se siente satisfecho. "No es un recuperación de identidad, sino un reconocimiento de la identidad", apuntó.

Hasta el Registro Civil llegó su abuela (madre de su padre), Lorena Elena Borja, quien dijo que se hizo "justicia". Señaló que su nieto se parece físicamente a su hijo, quien fue ejecutado a los 24 años. "Me recuerda a mi hijo a cada instante", dijo la mujer que se mostró satisfecha con la decisión.

También estuvo Miguel Jarrín, quien contrajo matrimonio con Mireya Cárdenas en 1992, cuando la conoció en Nicaragua, y desde ese momento Eloy pasó a ser su hijo. "Me siento satisfecho y contento por mi familia", manifestó.

El criterio compartió su hermano Sebastián Jarrín (hijo de Miguel Jarrín), quien señaló que siempre conoció la historia y jamás dejó de apoyar a su hermano mayor. "Ahora con más orgullo que nunca a decir que somos hermanos", relató.

Eloy Basantes Cárdenas señaló que no llevar en su cédula el nombre de sus padres fue un problema. Cortándose la voz relató que en más de una ocasión - a pesar de que jamás se separó de su madre- para cualquier trámite tuvo que decir que su mamá era su madrina, pues nadie entendía la situación. Agradeció la valentía del gobierno al devolverle su identidad. "Pido justicia para que mis padres sean reconocidos como luchadores sociales", dijo. Al escuchar su discurso, sus tías entre ellas Fabiola Basantes y Cecilia Basantes, hermanas de su padre, no dejaron de llorar. 

Jorge Troya, director del Registro Civil, le entregó su nueva cédula de identidad. Con este acto señaló que inscribió su nacimiento con el nombre de su padre, así también se habilitó el número de cédula de su antigua identidad y se certificó que Eloy Basantes Cárdenas y Eloy Basantes Moreno son la misma persona.

De su lado, Ramiro Rivadeneira, defensor del Pueblo, señaló que no conocen otros casos de personas que reclamen su identidad, sin embargo, enfatizó que de la Comisión de la Verdad se desprendieron 456 casos, de los cuales, 104 están en proceso de reparación por violación de derechos humanos.

El 26 de noviembre de 2013, la Asamblea Nacional del Ecuador aprobó con 92 votos el proyecto de Ley para la Reparación de las Víctimas y la Judicialización de Graves Violaciones de Derechos Humanos y Delitos de Lesa Humanidad ocurridos en Ecuador entre el 4 de octubre de 1983 y el 31 de diciembre de 2008.

En el numeral 6 de esa normativa se exige la restitución de los apellidos paterno y materno de los hijos e hijas de las víctimas que fueron inscritos en el Registro Civil como hijos de otras personas, para evitar que sean perseguidos o violentados por los perpetradores de las graves violaciones de derechos realizadas en contra de sus padres biológicos.

El proceso de reparación integral va en doble línea, según el Defensor del Pueblo, tanto material como inmaterial como la devolución de la identidad de las víctimas.

Rivadeneira explicó que los 104 casos son por ejecuciones extrajudiciales, torturas y todo tipo de violación a los derechos humanos.

En el caso de Eloy Basantes Cárdenas dijo que no espera una reparación económica. "Dar la vida por una convicción no tiene precio", enfatizó.

Al finalizar, el joven se tomó varias fotografías con su madre y toda su familia, sin dejar de recordar a su padre.