La poetisa y periodista guayaquileña nació en el hogar de José Abel Castillo (director de Diario EL TELÉGRAFO) y de Bethsabé Castillo Martiz, el 6 de julio de 1888. Estudió en la Sorbona de París, en la facultad de Filosofía y Letras. Allí fue una de las mejores estudiantes latinoamericanas de

su promoción. En 1913 empezó a trabajar en ‘El Telégrafo Literario’. Más tarde viajó a Alemania y se convirtió en una corresponsal extranjera. Falleció en Quito el 4 de marzo de 1962.

Epitalamio

EN EL ENLACE CEVALLOS - AVILÉS
Hay en la vida un tierno, un mágico tesoro
que el más deshereda lo puede comprar sin oro,
de valor tan inmenso que anonada a la suerte
y es broquel que resguarda del Dolor y la Muerte;
ese tesoro único de infinito valor,
es el don milagroso de un verdadero amor.
¡Amor! Canción divina, sonrisa triunfadora
que irradia en el semblante de la feliz Aurora,
que tiñe con rubores la faz de la doncella
y pone en sus pupilas luz de lejana estrella.
Dichosos los que logran tras ligero sufrir,
juntos por los caminos de la existencia ir!
Sois jóvenes, ¡Oh, alegre pareja venturosa!
Os aguarda la vida como una fresca rosa;
sea para vosotros siempre serena y grata
hasta que el tiempo torne vuestro rizos, de plata.
Os basta una cabaña y un puro corazón;
¡Haced siempre infinita vuestra ingenua pasión!

19 de Dic. 1918        PIEDAD DE LEVÍ

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Algo más del personaje

Edición conmemorativa del XL Aniversario del 16 de febrero de 1924.

El 15 de noviembre de 1922, Carlos Puig Vilazar, escapaba de la Policía, por la calle Aguirre. Ella, al ver lo ocurrido, abrió las puertas de su departamento y salvó la vida del personaje sindical.

A los 36 años promovió el voto femenino. Por ello fue perseguida por las autoridades de la época.

Piedad de Leví y su esposo compraron la finca de Alejo Madinyá, a la cual bautizaron como la Quinta Piedad. Esta se encontraba ubicada en la calles Córdova y Tomás Martínez.

Perteneció a la recién fundada Legión Femenina de Educación Popular, que impulsaba el desarrollo de las mujeres obreras.

Le gustaba mucho la música clásica y en la radioemisora, que estaba al lado del diario, transmitió muchos programas de este género los días martes.

El presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, la felicitó por haber sido electa Mujer de las Américas, en New York. (I)