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El Telégrafo
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Un millón de habitantes se beneficiarían con la nueva infraestructura

Vecinos del sur esperan que planta de tratamiento elimine malos olores

Los residentes de los alrededores del puente de la G denuncian la contaminación ambiental.
Los residentes de los alrededores del puente de la G denuncian la contaminación ambiental.
Foto: Archivo / El Telégrafo
12 de febrero de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

Luis Sánchez es uno de los habitantes de la Isla Trinitaria, barrio popular ubicado en el sur de Guayaquil. Él espera que en pocos años se solucionen los problemas de malos olores en el sector.

El vecino de la cooperativa Santiaguito de Roldós denuncia que los inconvenientes se deben a que las aguas residuales nunca han sido tratadas adecuadamente antes de ser descargadas.

Por este motivo, ayer acudió a la presentación de los detalles de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Las Esclusas (PTAR). “Quiero ver qué soluciones se da al problema”.

Precisamente, el Municipio de Guayaquil adelantó información acerca de los trabajos que se ejecutarán.

José Luis Santos, gerente de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag), explica que la obra estará junto al estero Cobina (hacia el río Guayas).

Los trabajos comenzarán a mediados de año y terminarán en 2019. La inversión asciende a $ 105 millones, que serán financiados con préstamos del Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones.

Santos asegura que la nueva infraestructura permitirá mejorar la calidad de las aguas que se descargan al río Guayas, pues serán tratadas cumpliendo con las normas ambientales.

Añade que se beneficiará a 1’000.000 de habitantes de 13 parroquias urbanas, Letamendi, Urdaneta, Roca, Rocafuerte, García Moreno, Nueve de Octubre, Febres Cordero, Carbo, Olmedo, Sucre, Bolívar, Ximena y Ayacucho. “En la parroquia Ximena están incluidas la Trinitaria, las Malvinas, los Guasmos, Pradera, Acacias, entre otras”.

 Por su parte, Nebot anuncia que este año estará lista la Planta de Pantano Seco, que cubrirá a los habitantes de la vía a la Costa y del cerro San Eduardo.

El burgomaestre adelanta que hará la planta Los Merinos (donde están las lagunas Samanes-Guayacanes.). “Esto es para los habitantes del noroeste. Empezará en 2018 y estará en 2020”.

El vecino Alejandro Pin, del sector del puente de la G, piensa que ya era hora de que se atienda a su barrio, cercano al estero Mogollón.

Él comenta que hay hedores insoportables en su área. “Todas las aguas residuales, sin tratamiento, eran arrojadas al estero. Mucha gente invadió (las riberas). Si se ejecuta el trabajo ya no estaría contaminado el brazo de mar. Es necesario que luego se haga tratamiento y mantenimiento”.

Justamente, EL TELÉGRAFO ha constatado en diversas visitas los problemas de descargas directas que se realizan al espejo de agua. Incluso, ha encontrado tuberías clandestinas. A lo que se suman los problemas de desechos sólidos que son arrojados desde el viaducto.

Darío Pionce, otro vecino del barrio, también se queja de la contaminación. Aunque considera que ha disminuido con las limpiezas que han realizado la comunidad y las autoridades.

Según la Alcaldía, actualmente la urbe posee el 92% de cobertura de alcantarillado sanitario, es decir, se incorporó a cerca de 800.000 usuarios. El burgomaestre recuerda que hace 8 años la cifra llegaba solo al 60%. “El 8% restante está ejecutándose”. (I)

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