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Los dueños de lotes han sido sancionados hasta con $ 5.000

Propiedades abandonadas causan malestar a vecinos

Una clínica abandonada en Tulcán y Aguirre fue objeto del robo de puertas y rejas metálicas.
Una clínica abandonada en Tulcán y Aguirre fue objeto del robo de puertas y rejas metálicas.
Foto: Karly Torres / El Telégrafo
11 de noviembre de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

Desde hace dos meses, el hedor a heces y basura podrida en la entrada de una propiedad ubicada en Aguirre y Tulcán es cada vez más fuerte.  Los vecinos del sitio comienzan a preocuparse por el abandono y cómo se utiliza el lugar.

En el inmueble, según Pedro Yépez, propietario de una fuente de soda, funcionó una clínica de rehabilitación por casi una década. No conocen las razones por las que la dueña de la unidad médica se retiró del sitio. “Lo único cierto es que los chamberos no perdieron tiempo en adueñarse de esa casa”.

Las puertas y rejas metálicas fueron desmanteladas y, presumiblemente, vendidas como chatarra. Las entradas no han sido cerradas, por lo que el ingreso de personas se da durante todo el día.

La Ordenanza Sustitutiva de Edificaciones (creada en 2000 y reformada en 2013) hace responsables a los propietarios de lotes y construcciones por el buen uso que se dé a ellos (art. 105).

Pese a los periódicos controles que efectúa el Municipio, existen inmuebles y lotes que aparecen abandonados sin que los propietarios respondan por sus cuidados.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en la ciudad existen 34.714 casas desocupadas. Mientras que un estudio de la Dirección de Justicia y Vigilancia del Cabildo reconoce solo la existencia de 5.000 solares abandonados, en deterioro o con construcciones inconclusas.

El descuido provoca que, en muchos casos, las propiedades se conviertan en botaderos o guaridas para delincuentes y consumidores de alucinógenos, según moradores.

En la calle Tulcán, entre Aguirre y Luque, por ejemplo, ya existen dos construcciones abandonadas.

Hacia la calle Luque, contiguamente a la clínica de rehabilitación que lleva dos meses sin ser usada, están las instalaciones del antiguo consulado de Haití, que tienen casi 2 años sin que algún propietario responda por su cuidado.

Ambos inmuebles se encuentran en plena zona regenerada, al pie de la estación del colegio Vicente Rocafuerte de la Metrovía.

Aunque el predio del otrora consulado se encuentra asegurado con rejas y las entradas tapadas con bloques de cemento, los chamberos y delincuentes encuentran formas para ingresar, denunciaron los vecinos del sector.

Para declarar un inmueble como vetusto o que represente riesgo para la comunidad, el Municipio efectúa una evaluación a través de la Dirección de Urbanismo, Avalúos y Ordenamiento Territorial, tanto de oficio o por una denuncia ciudadana.

Se cita a los propietarios para que en 15 días justifiquen y remedien la situación del solar. El comisario municipal resolverá el tema en 15 días más, según el art. 110 de la Ordenanza Sustitutiva de Edificaciones. El monto de las multas correspondientes dependerá de la extensión del terreno, locación, tamaño del inmueble y las contravenciones detectadas.

En controles anteriores se llegó a sancionar hasta con $ 5.000, aseguró Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia. El funcionario exhortó a que los responsables de los terrenos cuestionados los vendan o les den uso inmediato. El Cabildo también puede proceder a la demolición de estas estructuras y los costos serán endosados a los dueños.

En febrero de este año, EL TELÉGRAFO expuso la situación de una propiedad en Vélez y Carchi que tenía 10 años abandonada. El inmueble finalmente fue demolido y, hace 15 días, se levantó un cerramiento para prevenir que sea utilizado como botadero.

Pedro Tenorio, conserje de un consultorio dental vecino, explicó que durante 9 meses el sitio permaneció sin protección tras la demolición. “Mi jefe tuvo que colocar una queja en el Municipio para que den solución”.

Los terrenos e inmuebles que son declarados como vetustos por la Alcaldía pueden ser vendidos hasta en 30% menos del valor comercial que pudiera tener el solar, por metro cuadrado. (I)

DATOS

La antigua cárcel municipal, en Baquerizo Moreno y Julián Coronel, dejó de funcionar hace 50 años y desde entonces luce abandonada. El sitio será intervenido
por el Gobierno Nacional para un proyecto cultural.

En las calles Higueras y Costanera (Urdesa), un inmueble luce abandonado. Hace casi tres años fue alquilado por el artista Daniel Adoum, quien sostuvo una polémica con el Cabildo por pintar los muros de varios colores.

En la Avenida del Bombero, las instalaciones de un hotel que anteriormente formaba parte de un parque turístico denominado Bim Bam Bum tienen casi 6 décadas sin ser utilizadas. A pocos metros del lugar, subiendo por el cerro El Paraíso, existe también una antigua cárcel abandonada que es visitada por fotógrafos para sesiones.

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