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Ecuador, 28 de Marzo de 2024
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El Telégrafo
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Los Sauces fue el refugio de los damnificados de invierno de 1998

 Los Sauces queda a más de un kilómetro de la playa. Los pescadores trasladan sus artes de faena en carro.
Los Sauces queda a más de un kilómetro de la playa. Los pescadores trasladan sus artes de faena en carro.
Foto: Leiberg Santos / El Telégrafo
20 de mayo de 2017 - 00:00 - Vivian Zambrano Macías

Un bosque donde apenas había 3 viviendas, cada una distante de la otra, así era Los Sauces. Es de esta manera que Narcisa Coello, una mujer muy conocida en el sector, comienza su relato, mientras recorre este lugar que queda a un kilómetro y medio de la población San Mateo, al pie de la vía Costanera.

Ella es una de las 30 familias que poblaron el lugar tras ser afectadas por el fenómeno de El Niño de 1998. En esa época el fuerte invierno dañó las casas de quienes habitaban en sectores como Cristo Rey. Bajó el río y se formaron quebradas, lo cual dejó damnificados.

Narcisa detiene su trayecto al frente de la casa de Pilar Sánchez, ubicada en la calle San Ramón. Es otra damnificada de ese crudo invierno. Resume que vivir allí “es bonito, es tranquilo, hay buenos vecinos, pero falta alcantarillado, iglesia y un parque”, dice al instante que despide a su hijo Víctor López que se alista para una nueva jornada de pesca.

Narcisa, que es oriunda de Cañita de Charapotó (Sucre), no se detiene y continúa mostrando con orgullo el sitio. Llegó a San Mateo hace más de 25 años, lugar de donde es su esposo, Agustín Flores.

Ella fue quien lideró el comité de damnificados con otras 4 personas que tomaron la batuta para gestionar la expropiación de terrenos, para tener un espacio en el cual reiniciar sus vidas. “Cuando nació el lugar nosotros tuvimos muchos problemas por la expropiación”. No obstante, se formó Los Sauces y lograron que se dieran terrenos a las familias, destaca Narcisa, quien prefirió adquirir un lote más grande cerca de sus vecinos de la zona.

El origen del nombre de este sector saca un gesto a Narcisa. “Teníamos 5 opciones, pero una moradora dijo pongámosle Sauce, porque como quiera vamos desahuciados del sector donde vivimos. Por eso le pusimos así”.

La población está creciendo. Sus habitantes son en su mayoría pescadores como lo destaca Esteban López (44 años). Él lleva 2 décadas en la actividad. Se estima que en la zona hay 80 pescadores. Esteban tiene un hijo que también sigue sus pasos. “Este oficio es tradición para las familias de aquí”, comenta. Eso mismo narra Verónica Holguín que tiene 4 hermanos que se dedican a esta actividad, sumado su padre. “Mi familia es de pescadores”, dice la joven madre al tiempo que resalta lo bonito de Los Sauces y que es una tierra fértil.

En calles del sector, Narcisa muestra que la tierra es cultivable. Hay grosella, mango, papaya, hobo, toronja, guayaba, habichuela, guanábano y limón, cosechas que son  compartidas. Pilar Sánchez destaca que le encanta sembrar y le gusta lo solidarias que son las personas de esta jurisdicción. En ese punto, Narcisa, que es actualmente vicepresidenta del comité del sector, recalca que hay un grupo de voluntarias que integra junto a Gloria Reyes, Gloria Alonzo, Aura Pico, Dioselina López, Sobeida Reyes y María López. Este se formó hace 3 años.

El rol es apoyar a los moradores que lo necesitan. Por ejemplo llegan a la casa de don Guillermo, un vecino de la tercera edad que vive solo, a lavarle entre todas su ropa; visitan a los enfermos y si es de hacer recolecta golpean las puertas de  cada casa para conseguir el fin. Por el momento la zona recuerda cada noche con rezos el mes de la Virgen María. (I)

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