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El Telégrafo
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La compañía inmune concluye mañana con el retiro del aceite

Las iguanas "negras" nadan en el río Daule

Trabajadores de Balsasud recogen los lechuguines contaminados con hidrocarburo en Las Mercedes.
Trabajadores de Balsasud recogen los lechuguines contaminados con hidrocarburo en Las Mercedes.
Foto: Miguel Castro / El Telégrafo
25 de junio de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

Una iguana verde, como las que se encuentran en un parque del centro de Guayaquil, jugaba a las 11:32 en las riberas del río Daule, al pie del recinto Las Mercedes. Saltaba de un árbol de mango a otro; brincaba de una rama gruesa y firme a otra delgada y frágil.

El reptil, que buscaba hojas para alimentarse, se arriesgaba y se lanzaba por los aires para transbordarse. Pero la endeble ramificación no soportó su peso y cayó.

Al igual que una piedra se hundió en el espejo de agua. Sin embargo, al salir ya no era la misma. Luego -como si fuera la iguana marina del Archipiélago de Galápagos- mutó al color negro. El reptil salió con esa apariencia al sumergirse por 5 segundos en el búnker acumulado en las riberas del Daule.

Los obreros de la empresa Balsasud -que causó el derrame del hidrocarburo- se lamentaron al ver el destino que tuvo la especie.

“¡Pobrecita la iguanita!”, se escuchó entre quienes estaban parados frente al río. Ellos esperaban una orden para limpiar la contaminación provocada por la compañía de Pascual del Cioppo (presidente nacional del Partido Social Cristiano y agrupación que impulsó la candidatura de Jaime Nebot en alianza con Madera de Guerrero).

La especie salió y se perdió entre la vegetación de la zona. Pero luego llegó un “chuqui” (ave) y metió las patas en el combustible. La historia se repitió. Al mediodía Balsasud comenzó a limpiar la zona perjudicada. La balsera llevó a sus empleados para que ayudaran.

Un representante de Petroecuador entregó un acta a la compañía para que se dedique a la remediación. Balsasud, a su vez, contrató a la compañía Inmune para que se encargue de la parte técnica.

Las orillas del afluente fueron cubiertas con fundas para que  no se contaminara la tierra con búnker cuando sea retirada la vegetación empapada de combustible.

Los obreros, con trajes protectores, guantes y mascarillas, usaron rastrillos para arrastrar los lechuguines cubiertos con la sustancia tóxica. Los residuos fueron almacenados en 15 tanques metálicos y con fundas en el interior.

Los vecinos se acercaron para observar la limpieza, que comenzó 5 días después del derrame.

Los técnicos de Inmune (empresa de gestión integral de desechos peligrosos) advirtieron a los trabajadores que trabajen con cuidado y eviten caer en el charco. “Deben estar en constante hidratación”, aconsejó uno de los especialistas. La meta, según él, era llenar 8 tanques con los residuos.

Pablo Segale, experto de compañía, explicó que la limpieza consiste en la recolección con un absorbente.  “La disposición final de los lechuguines se hace en una planta de Pichincha. Los lechuguines fueron una barrera natural importante”.

Está previsto que los trabajos se realicen hasta mañana. “El día martes ya se podría ver todo limpio”.

Añadió que hay un plan de acción de lo que hará la empresa. Inmune contrató a la empresa Prowebst News, que se encargó de facilitar un encapsulante de hidrocarburos.

Una vez que se arrojó una especie de polvo llamada PMC (que absorbe el petróleo en el agua) se pudo retirar el combustible compactado. Alfonso Rodríguez, propietario del producto ecuatoriano, aseguró que es 100% natural. Durante la gestión estuvieron funcionarios del Ministerio del Ambiente (MAE), Senagua (Secretaría Nacional del Agua) y Municipio de Guayaquil.

Por su parte, el secretario nacional del Agua, Alexis Sánchez, expresó públicamente que este acontecimiento debe ser sancionado por tres delitos: atentado a la vida humana, atentado a la naturaleza y también al recurso hídrico.

“Hay una gran responsabilidad aquí; de la empresa que sin ningún tipo de previsión hace un manejo absolutamente irresponsable de un alto contaminante como es el búnker”, manifestó. (I)

DATOS

El secretario nacional del Agua, Alexis Sánchez, informó que los ministerios tienen la capacidad de supervisar que los municipios hayan cumplido eficaz y eficientemente las competencias.  

El funcionario recordó que Guayaquil es una ciudad que depende, casi totalmente, de una gran planta de tratamiento de agua potable. Esto significa que la toma del río Daule es fundamental para abastecer a la ciudad, no es el caso como en ciudades de Quito, y otras de la Sierra, que tienen diferentes fuentes de abastecimiento.

El Comité de Calidad de Agua está integrado por los ministerios de Salud, Ambiente y Senagua, entre sus funciones está el cuidado de la calidad de las fuentes y del recurso hídrico. Propondrá medidas normativas que permitan sentar precedente para que no ocurra otro hecho igual.   

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