La Ruta de la Fe mueve el turismo y el comercio

En el parque Seminario y ante la imponente Catedral de San Pedro,  Lender Torres relata a un grupo de 30 personas la importancia histórica del paso por Guayaquil de Santa Narcisa de Jesús y de los papas Benedicto XVI —cuando era cardenal—, Juan Pablo II y Francisco I.

La charla que ofrece la guía turística es parte del citytour religioso que incluye una crónica informativa de iglesias y santuarios que conforman la Ruta de la Fe, parte del programa ‘Pasos y Huellas’ organizado por la Prefectura de Guayas.

El objetivo es posicionar a la provincia como destino turístico a escala nacional e internacional.

“La industria turística está al servicio de lo que motiva a los peregrinos, la base de 143 años consagrados al Sagrado Corazón de Jesús es patrimonial y motiva a los católicos”, asegura Torres.

Betty Mata, directora de Turismo de la Prefectura, considera que la Semana Mayor “más allá de ser considerada feriado debe ser asumida como un tiempo espiritual”.

Turismo fluvial y gastronómico

La narración del citytour sigue su curso y relatos en el Santuario del Divino Niño en Durán. Allí nos recibe el tenor Giulian Morales Béjar entonando el Ave María de Franz Schubert y acompañado de un chelista.

Luego de esta apertura musical, la guía señala que el nombre del santuario se debe a una efigie del niño Jesús de Praga que en Colombia tuvo acogida y cautivó también a una señora que la trajo —décadas atrás— al sector de la Bahía, en Guayaquil.

La imagen ganó protagonismo el 5 de diciembre de 1997, cuando un incendio acabó con la vida de 11 personas y consumió mercadería de los locales de la Bahía, en pleno centro,  pero la estatua hecha de material inflamable no se afectó.

Para conmemorar este episodio, la Hermandad Jesús del Gran Poder junto a la Comunidad Franciscana organiza cada 25 de diciembre una procesión. La caminata recorría 15 kilómetros hasta Durán, pero ahora, debido al caos vehicular en el cruce del puente, se desarrolla en Guayaquil.

El citytour continúa en Durán con el reconocimiento de los vagones del Ferrocarril del Tren Crucero; la degustación de chocolates de la mano de vendedores cacaoteros y la compra de artesanías típicas.

La siguiente parada es Nobol, donde su tradicional gastronomía invita a los turistas a probar platos típicos como los secos de pato y pollo, el maduro con queso, las humitas, la tortilla de choclo y la refrescante ‘resbaladera’.

Patricia Fietz, cónsul de Estados Unidos, fue una de las que disfrutó de este menú. “No solamente la ruta de la fe es de interés, la gastronomía que tienen es increíble. Con poco dinero pueden disfrutar y conocer algo más sobre su país”.

La insignia de este cantón es el Santuario Nacional Santa Narcisa de Jesús. En el sitio, a través de escenas en cerámica resaltadas en un pequeño museo, se revisa la vida de esta reconocida santa. Su cuerpo incorrupto yace en una vitrina ubicada ante el altar de la capilla.

Daule es el último destino al que se llega en canoas conducidas por operadores de la Asociación de Canoeros de Nobol Travesía Nachita.

La visita es al Santuario El Señor de los Milagros y el descanso es en el Monasterio de las Hermanas de Santa Clara quienes invitan a probar los panes y helados que elaboran. Cuestan $ 0,25. (I)