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Entes investigan cómo reducir sedimentos

La consolidación del islote El Palmar fue la primera fase del proceso de retiro de sedimentos en la zona.
La consolidación del islote El Palmar fue la primera fase del proceso de retiro de sedimentos en la zona.
Foto: Archivo / El Telégrafo
05 de diciembre de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

La reforestación en las riveras de la cuenca hidrográfica del Guayas y la instalación de una estructura de contención de mareas fueron parte de las propuestas para reducir la sedimentación en los ríos Guayas, Daule y Babahoyo, durante un taller en el Colegio de Ingenieros Civiles de la provincia.

El encuentro fue convocado por la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag), como parte del estudio que realiza el Cabildo de Guayaquil.

El trabajo se  desarrolla desde hace 8 meses en conjunto con el grupo español Intecsa-Irnarsa, consultora privada de ingeniería, para desarrollar una estrategia que permita conocer el comportamiento de los sedimentos, explicó Juan Laso, director de Regulación Técnica de Emapag.

La investigación, en la que también colabora el instituto holandés Deltares, es financiada por la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Para Laso, la evolución del islote El Palmar desde mediados del siglo pasado se convierte en un indicador importante de la acumulación de limo en el punto de confluencia entre los ríos Daule y Babahoyo. “Es una situación que afecta mucho al movimiento del flujo y reflujo de la marea”.

Ante esta situación, la Prefectura del Guayas  implementa un plan para recuperar la navegabilidad del lado este de El Palmar mediante el dragado. El proceso está incluido dentro de los insumos para indagar los elementos que serían necesarios para  prevenir otro dragado, al menos, en el corto y mediano plazo. “Podríamos diferir los trabajos 20, 30, 50 años o no necesitarlo”, dice Laso. También considera que se requiere de infraestructuras adicionales para ese cometido.

Por parte de Emapag se ha propuesto un modelo computacional que permita prevenir potenciales escenarios de acumulación de sedimentos y que serán analizados desde perspectivas técnicas, económicas y ambientales.

El objetivo es preservar la navegabilidad del río Guayas, evitar que existan impactos en la captación de agua para Guayaquil, mantener libres los drenajes principales de los sistemas pluviales, entre otros aspectos similares.

El ingeniero civil Francisco Bach, coordinador de la investigación, considera que además del modelo computacional es necesario implementar un plan para inundaciones.

El Banco Mundial desarrolló estudios que advierten una elevación de la cota del mar para 2050 que afectaría a decenas de ciudades costeras, entre ellas, Guayaquil.

La investigación fue dirigida por el economista del Banco Mundial, Stephane Hallegatte, y la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico).

Los autores calculan los costos económicos de las inundaciones, que podrían llegar a sumar $ 52.000 millones.

A criterio de Bach, los dragados son útiles para reducir las inundaciones “pero no son una solución global a largo plazo porque hay que complementarlos con otro tipo de medidas”.

Entre las opciones planteadas para Guayaquil está la construcción de estructuras de contención de mareas en el estero Salado y el estuario de Posorja.

Para Gonzalo Del Campo, del grupo Intecsa-Irnarsa, se requiere implementar un sistema que permita mantener el nivel necesario en la cota del río que garantice el óptimo funcionamiento de los puntos de desfogue pluviales del alcantarillado de la ciudad.

En ese sentido, el Municipio de Guayaquil ya instaló válvulas que cuando la marea sube, se cierran, y al hacerlo impiden que el agua del río entre a la red pluvial. Los canales y las alcantarillas almacenan el agua de lluvia, la misma que sale cuando baja la marea.

Otra de las propuestas es la reforestación de las riveras de la cuenca hidrográfica del Guayas.

La Prefectura está adelantando conversaciones con los gobiernos seccionales involucrados para que ayuden en esta tarea. (I)

Datos

En febrero de 2013, la Secretaría Nacional del Agua y la Prefectura de Guayas firmaron un convenio para retirar los sedimentos en la zona de El Palmar.

La primera fase consistió en consolidar el islote El Palmar mediante la colocación de geotubos de contención  para depositar 296.000 m3 de sedimento sobre el lugar, ubicado a la altura de La Puntilla.

La segunda fase, en desarrollo, consistirá en el traslado de 5’000.000 m3 de limo desde El Palmar hasta el sector Fincas Delia, en Durán, en una extensión de aproximadamente 140 hectáreas.

Para ello, el Banco de Desarrollo de Ecuador (BDE) asignó $ 20 millones no reembolsables a la Prefectura de Guayas. El Gobierno seccional aportará con $ 40 millones más.  

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