Jazmín Mosquera es de esas mujeres que no se acomodan para resultar agradables. Dice lo que piensa de una forma sencilla.

Esta cantante, oriunda de Portoviejo, está casada con Gino Falconí, director de la orquesta Falconí Jr. Con él tiene tres hijos y dos nietos está próxima a celebrar 31 años en el mundo de la música y 32 de matrimonio. Ambas actividades dice que las disfruta al máximo.

Afirma que, contrariamente a lo que el público cree, tuvo una gran amistad con la fallecida cantante Sharon.

¿Existió alguna rivalidad con Sharon?

El público siempre pensó aquello y creo que debo reconocer que ella, como Sharon, supo manejar su marketing muy bien. Eso nos benefició a ambas, logró que la gente nos identifique como rivales, pero la realidad era diferente.

¿Cuál era la realidad?

Yo la conocí un día que se me acercó con un disco mientras debía presentarme en la feria del colegio Guayaquil, me pidió ayuda para promocionarla y allí conversamos. Le tocó golpear muchas puertas, porque al principio no creían en ella. Sin conocerme, abrió su corazón y me contó de su vida. Recuerdo que Samantha tenía meses de nacida y que ella quería ser una gran artista.

¿Alguna vez cantaron juntas?

La verdad es que coincidimos en un show y cantamos por turnos, pero mano a mano, no. Las pocas veces que compartí con ella entre amigos me agradó el ser humano que era como Edith Bermeo. Debo reconocer que se ganó su lugar entre los artistas.
Nos encontramos algunas veces en fiestas. Teníamos muchos amigos en común, uno de ellos es el doctor Roberto Blum y ella les decía que mi familia le encantaba, que me respetaba como artista y que anhelaba ser feliz con su pareja.
Recuerdo que hace un tiempo yo estaba operada de una hernia discal y ella se había hecho una lipoescultura, estábamos en una reunión social y debíamos cuidarnos mucho. Me sorprendió cuando me dijo: “Venga, siéntese aquí conmigo”.

¿De qué cosas se arrepiente como ser humano?

Me arrepiento de no haber escuchado a mi mamá en muchas cosas, de haberme sometido a cirugías en el rostro, por lo que tuve que hacerme otras para recuperar mi imagen; de haber perdido la oportunidad cuando Wilfrido Vargas me pidió que sea parte del grupo musical Las Chicas del Can. Me arrepiento de no haber aceptado el apoyo internacional de Vicki Carr.

¿Por qué dejaste pasar esas oportunidades?   

Siempre ha pesado más en mi vida mi familia. He pensado más como mamá que como mujer. Me preocupo tanto de mis hijos. Incluso Paúl, que ya no vive conmigo, me llama cuando llega a su casa.

Aparte de la música, ¿qué otras actividades realiza?

Ahora hago uñas acrílicas, maquillo. Soy una mujer descomplicada y trato de salir adelante. Me dedico a mis nietos, me encanta estar con ellos. Ahora estoy organizando el cumpleaños de mi nieto Federico José; y el 15 de marzo es el de María Jouseth, mi hija intermedia.

¿Cuáles son tus prioridades ahora?

Voy a disfrutar más de mis hijos y mi familia. Verlos en la orquesta me enorgullece y creo que la parte de mi vida como solista queda en segundo plano. Mi prioridad es la Falconí Junior.

¿Por qué esa decisión?

Gino no estaba de acuerdo, creía que podíamos seguir trabajando por la imagen de Jazmín como solista, pero me encanta sentirme en familia, incluso en la orquesta. Me siento muy bien, me agrada, siento que puedo dar más desde allí. Yo empecé en la orquesta y quiero morir con la Falconí.