Si alguien quiere ver arte conceptual en Guayaquil debería recorrer la calle Sucre. En la acera norte, desde Lorenzo de Garaicoa hasta Juan Pío Montúfar, los dueños de locales de venta de ropa, aprovechando las fiestas julianas, exhiben su mercadería en forma de verdaderos murales, en los que sobresalen los colores celeste y blanco de la bandera guayaquileña.

Mónica Espinoza, quien tiene su local en Sucre y Pío Montúfar, dice que la ropa que se usa en los desfiles de las fiestas de fundación de Guayaquil (traje celeste y blanco, sombrero y sombrilla) se exhibe desde los primeros días de julio, pero que el movimiento es cuatro días antes del 25 de julio. “Desde el 26 la decoración cambia, ponemos ropa deportiva porque empiezan las olimpiadas de los colegios”, expresa.

Añade que las ventas no han estado muy buenas. “El año pasado en los cuatro días obtuvimos $ 20.000, ahora en los dos días apenas entraron $ 4.000”. Pero “hay que seguir”, añade, mientras atiende a un cliente que llega, desde la 41 y Bolivia, en busca de un vestido y sombrero para su hija que desfilará en el pregón organizado en su barrio.

A diferencia de Mónica, la propietaria de ‘Confecciones Astrid’, Lourdes Abril, no se queja de las ventas, aunque no revela el monto de la ganancia. En este local, situado al frente del Mercado Central (calle 10 de Agosto), se confeccionan y venden principalmente uniformes escolares, dice su dueña. Pero “cada julio aprovechamos el pregón para ganarnos unos pesos más”.

Al lado, la dueña de ‘Calzado Juanita’, Juana Morocho, que también vende ropa juliana, además de zapatos, revela que ha expendido 15 trajes. “Mejor que peor”, afirma mirando a la calle que, poco a poco se llena de personas que llegan, como todos los años, en busca del perfecto vestido celeste y blanco. (I)

ACTIVIDADES POR LAS FIESTAS DE FUNDACIÓN