En el 'Mall del Piso' ya no se ofertan smartphones ni tablets

Muñecos de distintos materiales y tamaños, modelos de celulares de hace casi 15 años, artículos de cuero, entre otros objetos, son parte de la amplia variedad de mercancía que se encuentra en las calles del denominado ‘Mall del Piso’, ubicado en el sector Cisne 2, en el suburbio oeste de Guayaquil.

El sitio recibe este nombre comercial debido a que los productos son ofertados, en su gran mayoría, sobre manteles y sacos de yute colocados sobre la calzada de calles como la 25, la Ch, la 24 y la E. Pocas son las personas que tienen su mercancía sobre una mesa.  

Desde hace aproximadamente un año, la Policía Nacional vigila minuciosamente las actividades de la zona debido a las denuncias sobre comercialización de artículos robados y microtráfico. Sin embargo, los vecinos de Cisne 2 afirman que los cambios en la seguridad ciudadana no son muy notorios.

Una de las disposiciones de la Gobernación de Guayas -en la administración de Luis Monge- fue que cada vendedor lleve un registro para conocer la procedencia de los objetos y establecer si son producto del trabajo de los denominados cachineros (personas que compran y venden artículos usados) o de la delincuencia.

Para Manuel Saltos, quien tiene 26 años habitando en la 20 y la Ch, la orden no es totalmente acatada y algunas de las costumbres de los comerciantes del ‘Mall del Piso’ han cambiado muy poco. Como referencia cita que en su vecindario aún se presentan casos de robos a transeúntes. “Más temprano que tarde aparecen por aquí tratando de vender lo que roban”.

Al decir ‘tratando’, Saltos admite que existen comerciantes que no compran estos objetos. Al recorrer la zona no se ven objetos como teléfonos inteligentes o tablets.

En cambio, es más fácil encontrar carteras y bolsos desde $ 2. Pablo, quien prefiere omitir su apellido por temor a represalias, comenta que los vendedores tienen mayor cuidado sobre lo que compran “pero eso de que aún rondan por aquí los ladrones, también es cierto”.    

Mientras Fausto Sánchez, quien tiene solo un año en la zona, considera que hace falta que los habitantes colaboren más con las gestiones de la Policía Nacional. Los patrullajes realizados en vehículos, motos y por gendarmes a pie “es algo que aumentó si los comparamos con anteriores años”.

Sin embargo, no ve diferencia en cuanto a número de robos. Para contrarrestar esta situación sugirió que los recorridos policiales sean más frecuentes.

Hasta abril de este año se presentaron aproximadamente 100 instrucciones fiscales, sobre todo por delito de robo y tráfico de drogas, en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) del Distrito Portete, al que pertenece Cisne 2. Además, 1.000 allanamientos por actos urgentes que se relacionaron con los delitos de receptación y expendio de sustancias estupefacientes.

La Intendencia de Guayas ha solicitado, en anteriores operativos de control, el apoyo de la ciudadanía para que denuncie la venta de artículos robados.

El Código Orgánico Integral Penal, en su artículo 202, establece que la persona que “oculte, custodie, guarde, transporte, venda o transfiera la tenencia, en todo o en parte, de bienes muebles, cosas o semovientes conociendo que son producto de hurto, robo o abigeato o sin contar con los documentos o contratos que justifiquen su titularidad o tenencia, será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a dos años”.

Además, si alguien por omisión tampoco apoya en la identificación de los involucrados en este delito “será sancionado con pena privativa de libertad de dos a seis meses”. (I)