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Conflicto entre vecinos por antena en Bellavista

La antena instalada en el solar 38, de la manzana 14, sería propiedad de la empresa Movistar o Telefónica.
La antena instalada en el solar 38, de la manzana 14, sería propiedad de la empresa Movistar o Telefónica.
Foto: Eduardo Escobar / El Telégrafo
24 de octubre de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

En la manzana 14, solar 38, de la ciudadela Bellavista, una antena de radiocomunicación enfrenta a dos familias: la Ladd y la Noroña.

Lourdes Ladd Rodríguez, convencida de que la presencia de la mencionada estructura, de aproximadamente 9 metros de altura, es perjudicial en todo sentido -en especial para la salud de sus familiares-, ha iniciado varias gestiones ante las autoridades municipales pidiendo la remoción de la antena.

Según Ladd, el dispositivo pertenece a la compañía de telefonía celular Movistar o Telefónica y debido a la emisión de las ondas, que son cancerígenas, una de sus sobrinas enfermó de los ganglios.

“Las ondas electromagnéticas pueden rebasar los límites de densidad espectral de potencia, tanto poblacional como ocupacional permitidos por Arcotel (Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones)”.

El 26 de agosto de este año, Ladd envió una comunicación a la Subdirección de Urbanismo, Avalúos y Ordenamiento Territorial de la Municipalidad de Guayaquil -oficio 1347-, en la que dio a conocer lo que ella califica como una clara violación a las ordenanzas municipales y a las normativas internas de la ciudadela.

El 19 de septiembre, asimismo, mediante un oficio, la Subdirección de Urbanismos, Avalúos y Ordenamiento Territorial responde favorablemente a la petición de Ladd y califica de improcedente la instalación de la antena.

En esta comunicación fundamenta su decisión, no solo en la normativa de la ciudadela, sino en el registro catastral del predio y en la ordenanza que regula la implantación de estaciones radioeléctricas centrales fijas y móviles terrestres de radiocomunicaciones.

El artículo 10 de la ordenanza establece que “solo se permitirá la instalación de radiobases en urbanizaciones privadas en áreas destinadas a uso comercial o en áreas públicas destinadas a equipamientos. Esto último previamente a la presentación de un proyecto que abarque el análisis integral del espacio público del caso”.

También se señala que el predio no cuenta con el registro de construcción u obra menor que se requiere en estos casos.

Según Ladd, luego de recibir esta comunicación, en el Municipio le dijeron que debían esperar el informe de un perito que confirme la peligrosidad de la antena.
Hizo hincapié en que no quiere enemistarse con los Noroña, pero la salud de su familia está primero.

Su casa consta de cuatro pisos, en cada uno de los cuales habitan sus hermanos y sus familias, así como sus progenitores.

Hablan los dueños del solar

Norma Noroña, a su vez, reprochó que se haya presentado tal denuncia, pues dijo que en el sector “hay cualquier cantidad de antenas” y nadie nunca ha protestado por ello. “Si es por la radiación entonces nadie debería usar celulares”.

Noroña, quien vive en el solar 38 junto a su madre y una hermana, admitió que hace 10 años su solar sirve de base para la operación de la antena, pero que ella no es quien debe dar explicaciones del tema sino Movistar.

Rechazó que se haya visitado su vivienda durante la reportería porque -según aseguró- su madre está delicada de salud y esa situación la altera.

La mujer amenazó con iniciar una demanda por la visita a su casa. Enojada, dijo que las personas responsables de atender el asunto eran Nicolás Villavicencio y Diego Correa, de la empresa Movistar.

Bajo el amparo de la OMS

Consultado sobre el tema de la antena, Villavicencio, quien es el encargado de contratar los sitios para el funcionamiento de las antenas que dan cobertura, dijo que ellos trabajan bajo el amparo de un certificado emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual avala que las radiaciones emitidas no son nocivas para la salud.

“El límite permitido de radiación es 0004 y nosotros operamos bajo un rango de 0001,8, ni siquiera llegamos a 2. Es decir, estamos radiando dentro de lo permitido. Si hubiera algún problema, el Estado no nos daría la concesión para las operaciones”, detalló Villavicencio, quien fue el encargado de contratar el uso del solar de la familia Noroña.

“Si hubiera alguna anomalía -agregó Villavicencio- lo pertinente es que las personas que se consideren afectadas acudan directamente a la Arcotel, la cual va con equipos especiales a hacer las mediciones y emite un informe sobre las radiaciones permitidas”. (I)

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