Una mezcla de aromas a manjar, mantequilla y harina impregna el ambiente de un amplio espacio donde se elaboran diariamente miles de panes en una fábrica ubicada en el sector Los Álamos, en el norte del puerto principal.

Una mesa metálica de aproximadamente 4 por 1,5 metros destaca entre las repisas que almacenan los productos. En este sitio se colocan decenas de brazos gitanos a los que Luis Alberto Conya Betún, quien tiene 7 años en las instalaciones, procede a colocar una capa de azúcar glas con el apoyo de un compañero de trabajo.

Conya y otros 10 reposteros elaboran el brazo gitano más grande de la ciudad con el objetivo de obtener fondos que serán destinados a una obra social. Para este desafío utilizan aproximadamente 150 kilos de azúcar, 150 kilos de harina, 500 cubetas de huevo para preparar 300 tiras que servirán para hornear un postre de 34 metros de largo.

El trabajo es arduo. Hasta ayer en la mañana se contabilizaron seis de los ochos días que se dedicarán para completar la tarea. “Ya hemos avanzado el 60% porque tenemos 4 tipos de brazos: chocolate, manjar, crema doble y crema pastelera”.

Para Conya, quien tiene 15 años dedicados al oficio de repostero, no es el primer gran desafío. El año pasado tuvo la oportunidad de participar en la elaboración de una guagua de pan de 4 metros.

Unas máquinas ayudan en el horneo de las enormes planchas de masa esponjosa y 11 panaderos, manualmente, proceden a enrollar el popular dulce.

Los artesanos extreman cuidados en la manipulación de los ingredientes, y los procesos de horneo y decoración.

Los distintos sabores del brazo gitano, de 34 metros, serán llevados a las 05:00 del próximo domingo al malecón Simón Bolívar, cerca de la noria La Perla, para ser vendidos desde las 10:00.

La iniciativa es impulsada por la panadería California con el apoyo del Municipio de Guayaquil, a través de la Fundación Malecón 2000, comentó Mario Haro, gerente de Marketing de la empresa.

La expectativa es que 20.000 comensales adquirirán las porciones a un costo de $ 0,25 cada una. La totalidad de la venta será para la Fundación Salva tu Vida, entidad que ayuda a niños y jóvenes con problemas de drogadicción. “Tenemos todo calculado para poder cubrir la demanda de las personas que deseen disfrutar el postre”.

Haro adelantó que mantienen conversaciones con la Escuela de Chefs para desarrollar un nuevo reto para el siguiente año.

Por su parte, Ítalo Idrovo, presidente de la Fundación Salva tu Vida, manifestó que depende de este tipo de iniciativas del sector privado para poder sustentar la ayuda a menores de edad. La entidad tiene 20 años en el país.

Al ser consultado sobre cuántas personas se beneficiarán de la venta del postre de 34 metros, Idrovo explicó que está en marcha un trabajo conjunto. Hasta la fecha se ha asistido a 5.000 individuos a superar sus problemas de adicción. (I)