Ecuador, 16 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Muchas heridas siguen abiertas

→Familiares de los jugadores y trabajadores del Chapecoense durante un homenaje que realizó el club, semanas después del accidente. Muchos de ellos no han recibido apoyo del equipo.
→Familiares de los jugadores y trabajadores del Chapecoense durante un homenaje que realizó el club, semanas después del accidente. Muchos de ellos no han recibido apoyo del equipo.
Cortesía de Goal.com
28 de noviembre de 2017 - 00:00 - AFP

A Fabienne Belle todavía se le encoge el estómago al recordar el día en que el correo le trajo por sorpresa la maleta de su esposo, fallecido en la tragedia del Chapecoense (el 28 de noviembre de 2016). Mientras el mundo abrazaba la reconstrucción de este club a ella le llegaban las ruinas.

Estaba sola ante el vacío, como en la madrugada del 29 de noviembre de 2016. “Tuve la sensación de que me estaban devolviendo a mi marido en pedazos”, cuenta a la AFP, lamentando la falta de apoyo tras el accidente.

La vida de esta exprofesora de 47 años y mirada dulce se congeló hace un año cuando su esposo Cezinha, fisiólogo del club del sur de Brasil, se subió en el avión que lo iba a llevar junto a un grupo eufórico a la final de la Copa Sudamericana en Colombia.

Pero el vuelo 2933 de la aerolínea boliviana LaMia nunca llegó a su destino. Sin combustible se estrelló en las montañas de Medellín matando a 71 de las 77 personas a bordo y dejando destrozadas a centenares más.

La mayoría, familias muy jóvenes cuyo pilar de sus economías dependían del inestable mundo del fútbol modesto, donde en una misma temporada pueden haber varias mudanzas y muchos viven el día a día.

Además de los 19 jugadores, 14 miembros de la comisión técnica y nueve directivos del equipo, también fallecieron 20 periodistas.

“El club se reconstruyó, recibió todo el apoyo, se movilizó, hizo un marketing sobre la tragedia mientras esas familias quedaban a un lado”, lamenta Fabienne, quien harta del desamparo fundó junto con Mara Paiva, viuda del exfutbolista y comentarista Mario Sergio, la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas del Vuelo del Chapecoense (AFAV-C).

Desde junio, reúnen los intereses de 62 afectados en la lucha por sus derechos.

“La tragedia no fue del Chapecoense, fue de las familias”, afirma Paiva, que también reclama mayor implicación de los medios que tenían a empleados dentro del avión.

Pasados 12 meses, esta mujer de 51 años y voz firme dice no haber recompuesto su identidad después de perder a su compañero durante casi tres décadas, por quien aparcó su carrera universitaria de psicóloga para seguirlo junto con su hijo.

Por ahora solo ha recibido su póliza de vida y, como el resto de familias, rechazó la propuesta de la aseguradora de LaMia, que ofrecía cerca de $ 200.000 dólares por víctima a cambio de no recibir más reclamos en el futuro.

Con las investigaciones en Colombia y Bolivia aún por concluir, les pareció una locura recibir ese dinero.

Ahora trabajan en un complejo proceso legal que implicará los tres países para encontrar a los culpables de lo que consideran una ‘desgracia anunciada’.

“Queremos dejar todo claro para que no ocurra nunca más esa falta de celo, de cuidado, porque todos saben que esa compañía aérea era de reputación dudosa, de pésima salud financiera”, reclama Paiva.

Confluencia

Tras meses de tensión con un club que al mismo tiempo era homenajeado por el Barcelona o el papa Francisco, los familiares y el Chapecoense se están acercando.

Sin negligencia en el accidente según la Fiscalía brasileña, la entidad creó recientemente un grupo de trabajo para mejorar el diálogo.

“El Chapecoense busca desde el primer momento prestar todo el auxilio a las familias, pero además de un proceso de reconstrucción como club de fútbol, también pasó por un proceso de reestructuración administrativa”, afirma su jefe de comunicación, Fernando Mattos, aludiendo a la muerte del presidente y parte de la directiva que había convertido a este equipo desconocido en uno de los más sostenibles.

Pese a haber pagado ya los seguros obligatorios, hay 15 procesos abiertos contra el Chapecoense en la justicia laboral y otros tres civiles.

En las últimas semanas, el club anunció la donación de 28.800 reales ($ 8.900) mensuales a Abravic, otra asociación que auxilia a las víctimas con sus gastos, tal como lo hace AFAV-C.

Aunque para Rosangela Loureiro, viuda del experimentado centrocampista Cléber Santana, son medidas insuficientes por parte de un club que “faltó al respeto” a las familias de las víctimas.

Ella se considera una afortunada, ya que con 35 años su esposo se encontraba al final de una carrera que le llevó al Atlético Madrid o a Japón, y ya habían comenzado a invertir en el futuro.

Pero no todos tuvieron tanto tiempo.

“Hay gente que está pasando necesidad. Personas que estaban comenzando la carrera, masajistas... Gente que ganaba dinero en el día a día y que no tenían cómo pensar en el futuro”, lamenta desde Recife (noreste).

De vuelta a la ciudad de la que salió tras cumplir los 18 y recién casada con la revelación del equipo local, ahora vive volcada en cumplir el sueño de sus dos hijos de 15 y 12 años: ser futbolistas profesionales como su padre.

Desde la tragedia, en su casa no se observa la televisión, aunque sigue muy atenta a los próximos pasos de las demás familias.

Todos quieren respuestas para poder empezar sus vidas de nuevo.

“Cuando consigamos que todos los culpables asuman sus responsabilidades, entonces estaremos realmente tranquilas, sabiendo que cada familiar tendrá una nueva oportunidad”, finaliza Fabienne. (I)  

Tras culpar al piloto, Bolivia avanzó poco en pesquisas

→Culparon al piloto, detuvieron a una decena de funcionarios de la aerolínea y del Estado. Y todo quedó allí. A un año del accidente aéreo del avión de LaMia poco han avanzado las investigaciones y sanciones. “Lamentablemente ha transcurrido un año y no se ha investigado ni adecuada ni eficientemente. Prácticamente la investigación ha sido nula”, explicó a la AFP Jerjes Justiniano, abogado de Gustavo Vargas, exgerente de la compañía LaMia.

En la tragedia murieron 71 personas, solo seis sobrevivieron.

Tras el siniestro, el gobierno y la fiscalía de Bolivia prometieron celeridad para aclarar cómo el avión, pudo despegar irregularmente. Aún no hay juicio.

Un informe del ministro de Transporte y Obras Públicas, Milton Claros, al Parlamento en diciembre de 2016 indicó que el piloto del LaMia, Miguel Quiroga (muerto) y la empresa eran los directos responsables.

El ministro precisó que la duración del vuelo era de cuatro horas y 20 minutos y que la autonomía de la nave era exactamente para el mismo tiempo, por lo que debió realizar un reabastecimiento de combustible antes. También señaló a funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil y a los controladores y supervisores del aeropuerto de Viru-Viru en Santa Cruz. (I) 

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado