El 25 de noviembre, en Dortmund, el Schalke iba perdiendo 4-0 al descanso. En el vestuario, Doménico Tedesco se puso de rodillas y pidió a sus jugadores que salieran al campo mentalmente como si fueran 0-0. El resultado final fue 4-4 y ese derbi del Ruhr pasó a la historia. 

En las últimas semanas, Tedesco se ha convertido en el entrenador de moda en Alemania y es objeto de una creciente atención mediática.

“No soy el héroe del derbi”, comentó este hijo de italianos, que llegó a Alemania cuando tenía apenas 2 años. “Es el equipo el que remontó el partido, no el entrenador”.

Pero ese partido de Dortmund, bautizado por el diario Bild como “el derbi del siglo”, no es un episodio aislado. El Schalke 04 está protagonizando una gran temporada y es segundo en la clasificación, a nueve puntos del intocable Bayern de Múnich.

Los comentaristas, que la pasada temporada ensalzaron especialmente a Julian Nagelsmann, el joven entrenador (29 años) del Hoffenheim, han encontrado un nuevo ícono de los banquillos. Algunos no dudan que es posible que Tedesco dé el salto y pueda dirigir el Bayern de Múnich o el Borussia Dortmund ya en la próxima temporada, cuando Jupp Heynckes y Peter Stoger hayan cumplido sus contratos.

Pero por el momento eso es una simple hipótesis y su presente pasa por el Schalke. Para los jugadores y los dirigentes del equipo de Gelsenkirchen, que no ha sido campeón de Alemania desde 1958, Doménico Tedesco, que llegó desde la segunda división al principio de este curso, es el gran responsable de la gran temporada que lleva el equipo. 

“Debemos mucho al entrenador. Ha creado una identidad colectiva. Cada uno de nosotros ha mejorado”, resume el lateral izquierdo Bastian Oczipka. Todos en el club señalan que Tedesco llegó con un auténtico proyecto de juego, que ha sabido transmitir a su plantel. “Este equipo tiene un plan y lo sigue a menudo”, celebró el director deportivo, Christian Heidel.

Tedesco, de apenas 32 años, se dio a conocer el año pasado en el Erzgebirge Aue, de la segunda división. (I)