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El Telégrafo
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Cazorla: ocho cirugías que casi provocan su retiro prematuro

Cazorla: ocho cirugías que casi provocan su retiro prematuro
12 de noviembre de 2017 - 00:00 - Redacción Fanático

A Santi Cazorla le dijeron que si volvía a caminar de la mano con su hijo por el jardín, podía darse por satisfecho. Aquello fue después de una serie de operaciones en su tobillo que por poco terminan con su carrera de forma prematura y peor aún, casi le provocan que pierda el pie derecho.

En un reportaje de diario Marca de España, el futbolista contó el calvario que le tocó pasar desde que se lesionó en 2013, las diversas operaciones a las que se sometió, hasta llegar a una recuperación óptima y un retorno a los entrenamientos con el Arsenal, previsto para el mes próximo.

Más allá de todo lo que le tocó pasar, lo que salta a la vista es la piel de su tobillo. En él se ve parte del tatuaje que tiene en el antebrazo izquierdo, con el nombre de su hija, India, y que tuvo que ser usada para realizarle un injerto en su extremidad inferior.

Cazorla probablemente no realice ningún retoque a su piel. “Quizás me lo deje así. Ahora tiene más significado que nunca”. Ahora atraviesa la parte final de su recuperación y hace poco corrió de nuevo en una cancha de fútbol: en el estadio Helmántico de Salamanca, donde mejora de su lesión.

Su hermano lloró al verlo. Cazorla confiesa que en este tiempo él no lo ha hecho, pero sí se desespera por volver a sentirse futbolista: calzarse los zapatos, compartir un camerino, entrenar con sus compañeros y jugar cada domingo.

En Inglaterra, donde lo operaron múltiples veces, se centraron en que vuelva a caminar, antes de preocuparse sobre cuándo volverá a jugar. La herida no cicatrizaba y se abría una y otra vez.

Cazorla tuvo que tomar medidas, porque nunca vio una mejora. Así que viajó a su país para tratarse con Mikel Sánchez en la ciudad de Vitoria. Cuando examinó la herida no lo podía creer: estaba infectada, tenía dañado parte del hueso calcáneo y le faltaban ocho centímetros del tendón de Aquiles.

En mayo pasado, Sánchez realizó la reconstrucción de ese tendón. Los injertos de piel fueron necesarios, pues la zona estaba maltrecha tras tantas cirugías y así fue como parte de un tatuaje especial fue a parar a su talón.

Después de tanto sufrimiento, Cazorla al fin empezó a sentir buenas sensaciones. Esa de mayo debía ser la última operación y ahora sí podía enfocarse totalmente en la rehabilitación, que le lleva ya siete meses.

El futbolista de 32 años se mudó temporalmente a Salamanca para tratarse en la clínica del fisioterapeuta de la selección española, Juan Carlos Herranz. Su esposa y sus hijos se quedaron en Londres, porque los pequeños empezaron la escuela, por lo que le tocó afrontar el proceso solo.

Su rutina consiste en trabajo en la piscina, luego rehabilitación en la clínica, pilates y bicicleta. En medio de todo recibe mensajes casi a diario de compañeros, como Andrés Iniesta, David Villa o David Silva, que se preocupan de su estado de salud y de cómo avanza su puesta a punto para volver a jugar.

El volante siente que aún no ha dado todo en su carrera y a sus 32 años todavía tiene la ilusión de aportar al Arsenal en esta temporada. El club inglés no lo ha abandonado e incluso renovó su contrato hasta junio de 2018.

Cazorla tuvo paciencia y los arrestos para soportar una lesión compleja y de larga recuperación, pero ahora quiere demostrar que todavía tiene mucho fútbol para dar.

Datos

Santiago Cazorla González nació el 13 de diciembre de 1984 en Lugo de Llaneras, Asturias. Hizo las formativas en el Real Oviedo.

El volante ofensivo permaneció en ese club hasta 2004, luego pasó al Recreativo de Huelva y más tarde al_Villarreal.

Allí vivió su mejor momento, pero una fractura de peroné lo detuvo. Tras un tiempo parado regresó para jugar en el Málaga.

En 2012 llegó la oferta del Arsenal, su primera experiencia fuera de España, donde hoy juega. (I)

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