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El Telégrafo
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Bedoya contó a Chiriboga sobre su cuenta para recibir coimas

→El colombiano Luis Bedoya dirigió a la federación de fútbol de su país desde 2006 hasta 2015, cuando se destapó el escándalo de corrupción.
→El colombiano Luis Bedoya dirigió a la federación de fútbol de su país desde 2006 hasta 2015, cuando se destapó el escándalo de corrupción.
AFP
29 de noviembre de 2017 - 00:00 - Agencia AFP / Redacción Fanático

Luis Bedoya, expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), señaló que Luis Chiriboga, expresidente de la Ecuafútbol; Manuel Burga, de la Federación Peruana; y Juan Ángel Napout, de la Conmebol; conocían bien sobre la cuenta secreta que él mantenía en Suiza para recibir coimas.

Bedoya es uno de los 42 jerarcas y empresarios del fútbol sudamericano acusados de corrupción por el Gobierno estadounidense en el marco del escándalo del FIFAGate.

Se declaró culpable en noviembre de 2015 y es el primer exdirectivo del fútbol que declara como testigo en el proceso contra tres poderosos acusados que insisten en su inocencia: los exjefes del fútbol de Brasil y Perú, José Maria Marín y Manuel Burga; y el expresidente de la Conmebol, el paraguayo Juan Ángel Napout.

Bedoya, de 57 años, contó que entre 2007 y 2015 recibió más de $ 3 millones en sobornos pagados por la empresa Full Play a cambio de ceder derechos de organización y/o televisación de partidos amistosos de la selección colombiana y de las Copas Libertadores, Sudamericana y América. Unos $ 96.000 entregados en una bolsa en un hotel de Buenos Aires en 2014.

Bedoya contó que en mayo de 2010 viajó a Madrid con sus colegas de la Conmebol. En la capital española, cuando estaba conversando  con Napout y con el expresidente del fútbol ecuatoriano Luis Chiriboga. Se acercó el argentino Mariano Jinkis, propietario de Full Play, y les presentó “a alguien importante de la televisión catarí”.

“El catarí -que Bedoya dijo no poder identificar- quería saber si Sudamérica estaba dispuesta a apoyarlos como anfitriones del Mundial 2022 y si teníamos la posibilidad de dar ese voto para ellos”.

“Mariano (Jinkis) quería saber si teníamos influencia en los votos de Sudamérica en la FIFA y dijo que era una oportunidad de negocio importante; él manifestaba que podía pedirle de $ 10 a $ 15 millones y repartir eso entre el ‘Grupo de los Seis’ y ganarnos cada uno un millón o un millón y medio de dólares”, afirmó Bedoya.

El llamado Grupo de los Seis estaba integrado por seis federaciones que, según Bedoya, “buscaban cambiar la estructura dentro de la Conmebol”, cuya base ejercían Brasil y Argentina, apoyados por Uruguay y Bolivia. Se trataba de Perú, Paraguay, Ecuador, Colombia, Venezuela y Chile.

Pero según Bedoya, los jerarcas respondieron de una manera muy evasiva y la oferta nunca se concretó.

“Todo pasa”

“¿Todo el mundo quería ser amado por Grondona, el ‘pez gordo’ de la Conmebol?, le preguntó la abogada de Napout, Silvia Piñera. “Al menos no tenerlo de enemigo”, respondió el colombiano.

Bedoya explicó que Grondona hacía y deshacía a gusto en la Conmebol. “Decía a cada uno lo que quería oír”. Cuando el Grupo de los Seis o “los muchachos” -como Grondona los llamaba, porque eran más jóvenes- querían cambiar algo, era imposible hacerlo sin su aval.

Contó, por ejemplo, que en 2007 quisieron cambiar el calendario de los partidos eliminatorios para el Mundial. Tenían la mayoría de los votos, pero durante la votación el presidente de la Federación de Bolivia se paró para ir al baño. Inmediatamente se paró también Eduardo Deluca, argentino. “Y cuando regresaron del baño ya no éramos mayoría”.

“¿Todos querían besarle la sortija a Grondona?”, insistió la abogada. “Todo pasa”, replicó Bedoya. Esa era la frase escrita en el pesado anillo de oro de Grondona, fallecido en 2014, a los 83 años, explicó el exdirectivo. (I)    

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