En este momento hay muchas mujeres en el mundo que caminan entacadas. Algunas hacen su mejor esfuerzo y luchan por mantener el equilibrio y otras lo hacen con tanto garbo que parece que nacieron con los tacos puestos. Caminar con este calzado es todo un arte. Para Catalina Yépez, empleada privada y aficionada a los tacones, lo más difícil es conseguir estabilidad. Antes de cumplir 10 años, sintió una gran fascinación por estos zapatos. Un buen día los tomó a hurtadillas del closet de su madre y se los calzó sin miedo.

Después de varias caídas, casi trastabillando, consiguió lo que parecía imposible: mantener el equilibrio. Su entrenamiento la convirtió en la única de su clase en saber manejarlos. “Me adelanté a muchas niñas de mi edad, en realidad, fui una autodidacta en el tema”.

Según el diario The New York Times, muchas estadounidenses comparan la habilidad de caminar con tacos con otras destrezas, como aprender a conducir o a montar en bicicleta. Aunque el uso de estos zapatos puede considerarse una frivolidad, tiene su importancia. La edición digital de la BBC de Londres, destaca el estudio realizado la médica italiana María Cerruto, especialista en urología, quien desarrolló un estudio revelador, sobre este tema.

La uróloga asegura que la contracción que hacen los músculos de las piernas para caminar con tacos, fortalece los músculos de la pelvis, mejorando de esta manera su tonicidad y elasticidad lo que aumentaría el rendimiento sexual.

Su investigación fue publicada en la revista European Urology, donde participaron mujeres hasta 50 años que probaron tacones de distintas alturas para comprobar la relación de estos con la actividad eléctrica de sus pelvis. Cerruto afirma que los músculos del suelo pélvico son un componente fundamental en el cuerpo femenino. Además de asistir durante el acto sexual, también brindan apoyo a órganos como la vejiga, el intestino grueso y el útero. La médica italiana precisa que su estudio revela la directa relación entre la postura y la vida sexual. Pero hay otra razón para escoger este calzado. Al parecer, según esta investigadora, este zapato también es capaz de contrarrestar el envejecimiento de la pelvis, en especial, después del parto y durante el embarazo, una etapa en la cual los músculos se debilitan.

La antropóloga Helen Fisher también destaca el uso de estos zapatos al afirmar que gracias a ellos se provoca una lordosis más acentuada (arqueamiento de la espalda como respuesta sexual y hormonal) a la vez que marca los glúteos y los senos de las mujeres que lucen más grandes y voluptuosos. Pero, además, los tacos acentúan ciertos patrones de la forma de caminar femenina: pasos cortos y mayor movimiento de la cadera.

Nicolás Guegue, especialista en comportamiento de la Universidad de Bretagne Sud, en Francia, advierte que si una mujer que usa tacones deja caer alguno de sus accesorios en la calle, tiene 50% más probabilidades de que este le sea devuelto en comparación con una mujer que tiene zapatos bajos.

Quienes lucen tacones consiguen, además, que los hombres se detengan a contestar una encuesta en la calle. Gueguen, quien lideró esta investigación, escogió a voluntarias de 19 años con zapatos negros de tacos de 5 cm o de 9 cm. Estas jóvenes pidieron ayuda a hombres cuyas edades oscilaban entre los 25 y 50 años y la mayoría respondió las encuestas.

¿Y los dolores de espalda?

Aunque el uso de tacones tiene sus ventajas, también puede ser perjudicial para la salud.

Sobre los posibles peligros, alerta la Sociedad Americana de Osteopatía que revela los daños que sufre el cuerpo por el uso prolongado de estos zapatos.

La ecuatoriana María Leonor Gallegos, especialista en podología, explica que el mayor riesgo de utilizar este tipo de calzado por tiempos prolongados, son las luxaciones en las articulaciones de tobillos y los daños en la rodilla y cadera.

“Lo más común es el descenso del metatarso (5 huesos largos del pie). Las cabezas de estos ejercen mucha presión sobre la piel y se producen los tan odiados callos”.

La rodilla es otra articulación que se sobrecarga al usar tacones, porque la tensión de los músculos situados en la parte posterior de la pierna incrementan la tensión en 30%. María Leonor Gallegos explica, además, que cuando hay una lesión en el metatarso no es sencillo volver a colocarlo en su posición normal.

Cuando esto ocurre, el tratamiento más adecuado es la ortesis, que consiste en la utilización de elementos que se colocan en los zapatos para corregir formas de caminar irregulares.

María Leonor explica, además, que si el calzado es alto, lleva plataforma y tiene la punta ancha, no ocasiona complicaciones, pero si es en punta, puede generar lesiones en los dedos e incluso juanetes. Muchas de las mujeres que acuden a su consulta también presentan una dolencia denominada ‘el quinto varo’ que ocurre cuando el dedo del pie se desvía.

“Cuando las mujeres usan zapatos de punta, los dedos se amontonan uno sobre otro para caber en el zapato y eso provoca el quinto varo”. Aunque esta especialista no prohíbe el uso del taco aguja, advierte que este puede ocasionar esguinces y luxaciones. A diferencia de estos, los tacos anchos y que no sobrepasan los 4 cm son más recomendables, porque el pie y la columna se mantienen saludables.

Aunque no existe el zapato ideal, hay muchos que se aproximan a esa perfección que todas las mujeres buscan para sus pies.

El calzado tipo botín es el que cumple con estos rangos y es el más recomendado para cuidar los pies, porque brindan estabilidad y previene torceduras del tobillo, ya que el calzado va sujeto al pie, y cuenta con un contrafuerte resistente. Saber escoger este tipo de calzado es clave, porque además de mejorar el desempeño sexual, previene futuras lesiones. (AR)

ENTACONADAS

Estos zapatos aparecen en la historia 3.500 años antes de Cristo, en Egipto.

En Roma, Italia, es donde el uso de este calzado se sexualiza: las trabajadoras sexuales son quienes usan zapatos de tacón alto.

En Grecia, los llevaban los actores como una forma fácil de distinguir la clase social y la importancia de los personajes.

En Egipto, los tacones simbolizaban estatus social.

Las reconocidas actrices Jodie Foster, en la película Taxi Driver, y Julia Roberts, en el filme Pretty Woman, utilizan botas de tacón alto.

En Europa, las mujeres de la clase alta necesitaban empleados para ayudarlas a caminar.

TESTIMONIO

“Uso tacos desde que tengo 13 años”

En mi época de colegiala debíamos asistir a clases los días lunes con uniforme de parada y los tacos eran parte del uniforme. Era bastante incómodo usarlos por primera vez, aunque sentíamos la novedad de hacerlo (creo que toda niña se ha puesto los tacones de su mamá alguna vez). Era frecuente ver chicas haciendo malabares para mantener el equilibrio, pero creo que nos adaptábamos rápidamente.

A mi parecer, los tacos más cómodos son los de modelo magnolia, pues toda la planta del pie reposa en la suela y los más incómodos creo que son los de plataforma, porque no puedes doblar el pie.

Definitivamente pienso que los zapatos sí influyen en la apariencia de quien los luce, pues hacen que las piernas se vean más largas y estilizadas y, en general, la vestimenta luce más elegante. Pienso que influyen en la forma de caminar, pues hacen que tengamos una adecuada postura, que demos pasos más cortos y proyectemos una imagen más segura. No uso zapatos de taco altos de forma frecuente, pero admito que sí me han dolido los metatarsos después bailar con ellos.

Ivonne López, ecuatoriana