El artista español Enrique Bunbury prometía cumplir expectativas y no defraudó a sus seguidores quiteños más fieles con un concierto en el ágora de la Casa de la Cultura de la capital ecuatoriana, ciudad a la que vuelve después de dos años.

Con más de tres décadas de carrera musical a sus espaldas y un nuevo disco, Expectativas, que presenta en esta gira Ex-Tour 17/18, el ex vocalista de Héroes del Silencio deleitó a los alrededor de 4.000 espectadores que se dieron cita esta noche en la capital ecuatoriana.

"¡Vivir por dios, vivir!", así describe las sensaciones que transmitió el artista a Janeth Alvarado, una de las seguidoras del zaragozano al que considera "un maestro" de la música.

Ambicioso e implacable en sus canciones, Bunbury se presentó anoche en Quito tras haber recibido los elogios de la crítica ecuatoriana en su primer concierto hace dos días en Cuenca, al sur de la capital, ciudad donde actuó por cuarta vez.

La noche de ayer presentó en Quito su noveno álbum de estudio, que saca a sus 50 años, en plena forma musical y con una profundidad, según la crítica especializada, con la que no ahorra en evocaciones literarias ni toques de ironía.

Ataviado a la manera de Elvis Presley y con su particular gesticulación y pasos característicos que lo asemejan al vocalista de The Doors, Jim Morrison, Bunbury arrancó el concierto con canciones como La actitud correcta, de su nuevo disco, y Los inmortales, de hace varios años.

Nada más comenzar su actuación el músico advertía a sus seguidores que venía "con nuevo material", pero fue ovacionado cuando prometió: "un pequeño viaje por todas las distintas épocas".

José Coloma, que asistió a su cuarto concierto de Bunbury, declaró que "eran todo expectativas, como dice el nuevo disco", y que las suyas eran ver "un disco entre lo clásico y lo moderno".

Al igual que muchos ecuatorianos, la pasión por el artista español se remonta a la infancia, cuando Bunbury aún encabezaba la mítica banda de pop español Héroes del Silencio.

"Del nuevo disco me gusta mucho Cuna de Caín, Parecemos tontos, y de las clásicas Infinito. Hay demasiadas canciones para enumerar", declaró sobre sus títulos favoritos.

Al concierto quiteño acudieron familias como el caso no solo de Coloma sino también de Marisol Ruiz y de su hija de 10 años, Diana Alcívar.

"La emoción es la de traer a mi pequeña hija", dijo Marisol, también fan de Bunbury desde los años ochenta. (E)