Como el pequeño hijo de la popular pareja cómica formada por Jerry Stiller y Anne Meara en la década de 1960, el actor y director Ben Stiller vio muy de cerca todo el trabajo interior desde su comienzo, lo que era el negocio del entretenimiento.

Gracias a su privilegiada posición, Stiller tuvo una gran ventaja cuando se decidió a entrar en el mundo artístico, comenzando con varias apariciones junto a sus padres en los escenarios. Cuando llegó a ser un adulto, Stiller se decidió avanzar solo, haciendo parodias en filmes cortos que atrajeron la atención de los productores de Saturday Night Live (el show de más larga duración de la NBC que se transmite desde 1975), que decidieron contratar al talentoso joven como miembro del elenco.

Pronto empezó a hacerse notar con su propia serie, The Ben Stiller Show (MTV, 1991-92; Fox 1992-93), ganadora del premio Emmy a la mejor serie de situaciones cómicas, que si bien ganó la aprobación de la crítica, falló en conquistar al público en general. Pero fueron las películas lo que le permitió a Stiller triunfar como comediante. Sus recordadas actuaciones en ‘Loco por Mary’, ‘La Familia de mi novia’ y ‘Los Fockers’, pusieron a Stiller en la lista privilegiada de los comediantes más exitosos de Hollywood.

No satisfecho con esas actuaciones, dirigió y actuó en otras producciones de “comedias oscuras”, que influyeron en solidificar a Stiller como a uno de los más talentosos comediantes de Hollywood.

En entrevista con el diario Popular de Argentina, el actor conversó sobre el próximo estreno mundial de ‘La Vida Secreta de Walter Mitty’, programada para el 25 de diciembre.

¿Por qué se apasionó tanto por este proyecto? ¿Por qué incluir a Shirley MacLaine y a Sean Penn en el elenco?
Siempre estuve conectado. Leí la historia en la escuela secundaria y fue parte de mi experiencia, y con el paso de los años no me olvidé y quise hacer el “remake” de la película. Pero eso sucedió en realidad cuando leí el guión de Steve Conrad, que me sentí emocionalmente conectado con lo que él escribió, que fue para mí algo relevante tener la historia de alguien que sueña despierto, porque la película de Danny Kaye (N.de R.: filmada en 1947), fue tan grandiosa la comedia clásica musical, que sentí que no había ninguna forma que yo la podía hacer de nuevo y menos, mejorarla.

¿Entonces?..
Lo que escribió Conrad fue algo muy diferente por lo que me sentí conectado emocionalmente, pudiendo yo llegar a la parte emocional del soñador despierto, así que pude hablar con Shirley (MacLaine) y con Sean (Penn) al respecto y ellos pudieron entender el guión, les gustó la idea de intentar hacer sus personajes conectados con Walter Mitty y de sus aspiraciones. Me sentí muy afortunado de tenerlos en el elenco a ambos y en especial a Shirley recordando su participación en comedias como ‘The Apartment’ o ‘Being There’.

Pienso que usted fue muy afortunado de haber vivido en un ambiente muy creativo, pero, ¿cómo usted diferenció entre la fantasía, y lo que iba a tener como aventura?
Bueno, pienso que crecer en la ciudad y crecer junto a la gente del teatro y del negocio del entretenimiento me pareció interesante, además que me encantaban las películas y la televisión desde que era chico. No es necesario pasar por una niñez infeliz para querer escaparse a otro mundo, y yo tuve una niñez feliz, pero la cual no fue perfecta. Mis padres tuvieron que viajar mucho y nosotros tuvimos que estar solos algunas veces ya que ellos trabajaban como un equipo de comediantes.

Por eso mi hermana y yo entrábamos en nuestro propio mundo, y creábamos nuestras propias y pequeñas obras, y para mí ese mundo, los shows televisivos y las películas fueron un lugar que me encantaba. Amaba las películas, amaba ir a verlas, y ese fue mi mundo de fantasía en el que viví siempre.

En esta película usted tiene muy presente a su padre. Hace referencia en varios puntos, hay mucho de su vida, de su desarrollo. ¿Cuánta influencia tuvo en usted y cuánto lo admiró?
Bueno, tanto mi madre como mi padre, ambos tuvieron mucha influencia en mi vida, creativa y personalmente todo, y me siento muy afortunado que todavía los tengo en mi vida.

Está más que claro que creativamente tanto mi hermana como yo crecimos mirando a nuestros padres trabajar y fueron influenciando nuestro proceso de actuación. Ellos no eran solamente comediantes, también escribían sus propios guiones y de inmediato actuaban en clubes nocturnos o en la televisión. No tenían inconveniente alguno para actuar en situaciones difíciles como era en el The Ed Sullivan Show, el más importante show en vivo en su tiempo en los Estados Unidos.

Se apoyaban mutuamente, y hoy, que tengo mis hijos, me doy cuenta lo difícil que es tener uno su propia carrera, hacer sus cosas y ser padres todo al mismo tiempo. Por eso me siento muy afortunado de tener a mis padres.

Esta película tiene el mismo título como la hizo Danny Kaye, pero es diferente. ¿Por qué uso el mismo título?
Había una historia que se estuvo desarrollando por muchos años y que era casi el mismo tema que la película original. Pude ver el guión hace 8 años, que era básicamente una historia más tradicional de la cinta original.

El guión original fue muy corto, solo dos páginas y media y que no tenía nada que ver con las películas que se hicieron. Lo que pasó fue que Sam y John Goldwyn estuvieron desarrollando este proyecto durante años. Ellos hablaron con Steve Conrad (el autor del nuevo guión) quien decidió salirse del carácter e intentó volver al que fuera creado por James Thurber, pero sin preocuparse para hacer algo similar a la comedia musical original. Steve Conrad tomó su oportunidad con el guión porque siento que le dio la oportunidad de ser él mismo, y no intentar de volver hacer lo que Danny Kaye hizo muy bien en 1947.