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El Telégrafo
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En el museo municipal de guayaquil

Acrílico, piedra y placenta se transmutan en arte

Los artistas David Orbea Piedra, Alexandra Cedeño Chunga y Patricio Barberán Arboleda, en medio de la sala polivalente del Museo Municipal. Foto: William Orellana
Los artistas David Orbea Piedra, Alexandra Cedeño Chunga y Patricio Barberán Arboleda, en medio de la sala polivalente del Museo Municipal. Foto: William Orellana
01 de septiembre de 2014 - 00:00 - Gerónimo Altamirano / Guayaquil

Un llamado a la reflexión y la conciencia social es el objetivo de la exposición Transmutaciones, que se exhibe en una de las salas del Museo de la Ciudad desde la noche del jueves, en Guayaquil.

Patricio Barberán Arboleda, Alexandra Cedeño Chunga y David Orbea Piedra son los responsables de esta muestra que combina perfectamente elementos tan comunes en el arte como el acrílico, marmetón, hierro, acero y piedra volcánica en lienzos y esculturas.

A estas muestras se suma un elemento poco común en la plástica, la placenta humana, hecho inédito en el mundo y que cobra vida a través de formas y figuras de las manos de la artista Cedeño. “Trabajar con placenta humana para mí no es nada fuera de lo común, pero sí sé que es innovador en nuestro medio porque nadie se ha atrevido a hacerlo antes”, dijo Cedeño, bioquímica de profesión.

Para esta artista, procesar la placenta le fue tan fácil debido a que desde pequeña supo cómo curtir pieles, específicamente el cuero, debido a que su padre era propietario de una curtiembre que estaba ubicada en las calles Antepara y Nicolás Augusto González, llamada Las ánimas.

“A mí me gustaba descarnar, trocear, curtir, pelar las pieles y por eso mi padre quería que estudiara para ser química, a fin de que continúe con este oficio que él empezó en la década del setenta”, dijo la artista, quien estudió artes visuales en prestigiosos centros académicos de la ciudad.

“Mi parte femenina salió a flote al trabajar con la placenta porque yo nunca he estado en ‘estado placentario’ y por eso me gusta trabajar con placenta porque me resulta grato cuidarlas y tratarlas”, explicó la artista, quien utilizó ese desecho orgánico para elaborar una custodia como un llamado de atención a las personas que están “oprimidas” por los amarres y paradigmas sociales.

“Yo estoy en contra de los excesos de todo y la religión también te impide crecer porque te ata y no te deja ser libre. Utilizar placenta es como esa combinación de saber de dónde venimos y de lo que nos han hecho”, sostuvo.

También elaboró con este material un juego de té que lleva por nombre ‘Medidas variables’, que representa el exceso de reuniones sociales y una vida desordenada que se ha convertido en un culto en esta sociedad porque a la gente le gusta reunirse para hablar de los demás. Todo esto son excesos que tenemos que frenar”, comentó Cedeño, quien en los últimos cuatro años ha reunido alrededor de 500 placentas.

Dentro de esta exposición también se encuentra la de David Orbea Piedra, joven artista que destaca por su ingenio y creatividad.

En esta ocasión participa con una selección de acrílicos en pequeños y grandes formatos en donde el color en su máxima expresión son los protagonistas de la muestra.

Orbea, licenciado en Publicidad y Mercadotecnia de la Universidad Estatal de Guayaquil, se centró en las primeras portadas de varios de lo superhéroes como Superman, Batman, entre otros, a quienes desdibujó y quitó todas las letras para dejar el color natural de esas revistas. “Con este ejercicio busco darle protagonismo al campo de color sólido. Liberando al color de todo su contexto objetivo, para convertirlo en sujeto en sí”, agregó  el artista.

Patricio Barberán señaló que cada una de sus obras están relacionadas con dicho objetivo de llevar al espectador a su esencia de ser humano, apoyándome en elementos básicos, busco el equilibrio entre lo armonioso en lo visual y la fuerza en el mensaje.

Señala que las obras están enmarcadas en valores y situaciones, que es importante que el ser humano las tenga presente para no perder las perspectivas de las mismas, no dejarnos envolver por el medio, porque solamente las cualidades que cultivemos nos van a mantener como seres humanos”.

“Busco con una cadena rota que estaba clavada a una piedra, pero su deseo de vivir hizo que rompiera la piedra y la cadena, con lo que busco crear un ambiente de reflexión sobre la oportunidad de liberarse de las diferentes ataduras y buscar la libertad y la felicidad”, explicó.

La muestra se exhibe en la sala principal del Museo Municipal de Guayaquil, ubicado en las calles Sucre, entre Chile y Pedro Carbo. El acceso es gratuito. La exposición estará abierta al público hasta el próximo 13 de septiembre.

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